Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 13 de marzo de 2013

ENFERMOS Y ALEJADOS



Hay dos tipos de enfermedad, la enfermedad física, y la enfermedad espiritual. Mientras la primera es natural y llegará un día, la otra, la verdaderamente grave, no debe llegar nunca, porque de llegar sería la verdadera muerte. El hombre está enfermo, pero de esa enfermedad (el pecado) has sido sanado por la Muerte de Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios vivo.

Sin embargo, esa sanación la puede perder por su propia voluntad cuando se obstina y empeña en rechazar a Jesús y no creer en Él. Mientras, ¡paradojas de la vida!, se empeña en cuidar y sanar las enfermedades que van experimentando su cuerpo, inevitablemente destinado a morir, abandona su espíritu, dejándolo en manos del demonio, y condenándolo a una muerte evitable.

Es absurda la ceguera del hombre. Pudiendo ver, se empeña en no ver. Queriendo ser feliz, camina por donde no puede serlo. Estando enfermo, se preocupa de curar lo que menos importa, lo que está curado de salvar el alma. Sólo hay una medicina, la Gracia de Dios. No hace falta seguridad social. Es totalmente gratis, y hay en abundancia para todos. El mejor seguro es pedirla en oración.

Padre bueno del Cielo, te pido que me abras los ojos y cures mis enfermedades, tanto las corporales como las espirituales. Si me das la opción de elegir, quiero, aunque no lo vea claro ni lo comprenda, las del alma, pues es la que puedo perder para siempre. Infúndeme la sabiduría de entenderlo y de cuidarla abandonándome en Manos del Espíritu Santo. Amén.

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