Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 24 de febrero de 2016

TRANSFORMAME EN UN SERVIDOR DE LOS DEMÁS, SEÑOR



Supongo que esa debería ocupar una de los primeros lugares de nuestras peticiones. Aparte de pedir sabiduría para saber discernir y aplicar la justicia, la verdad y los derechos de los demás, sobre todo de los más indefensos, pedir también la actitud servicial de disponibilidad para buscar siempre el bien de los demás. Y experimento que eso es don que el Señor nos da transformando nuestro corazón.

Conozco a una persona que envidio. La envidio porque ella vive para servir. Su día a día no es otro que el que el Señor le pone delante, y ella es lo que le pide. Desprograma su día cuando le surgen necesidades de otras personas. Claro que tiene defectos y fallos. Indudablemente no es perfecta, pero se aproxima mucho a esto que Jesús nos dice hoy en el Evangelio.

En esa experiencia, experimento que no puedo aproximarme, a pesar de mis esfuerzos, a la disponibilidad y fortaleza de esa persona. Descubro entonces que es la Gracia de Dios quien te da las fuerzas para que puedas transformarte. Y eso le pido cada día: Transforma mi corazón Señor, en un corazón humilde, servicial y entregado a servir por el bien de los demás.

Y en esa confianza me abandono en sus brazos misericordiosos, confiado en que me irá modelando para darme la fortaleza de cumplir su Voluntad. También, Señor, dame la sabiduría y la perseverancia de vivir estas reflexiones que, por tu Gracia e iluminado con tu Espíritu escribo y derramo buscando el bien y la cercanía a tu Palabra de todos aquellos que se dignen a leerlas y reflexionarlas.

Por todo ello, gracias Señor. Aquí estoy y, a pesar de mis defectos y fallos, continúo a la espera de que tu Palabra inunde mi alma y me permita vivir según tu Voluntad.


martes, 23 de febrero de 2016

PEDIMOS, SEÑOR, PARA QUE DIGAMOS LO QUE HAGAMOS



Todo consiste en hacer aquello que proponemos a los demás. Porque si lo proponemos por bueno, también nosotros tenemos que hacerlo. No se trata de cargar en los demás lo que nosotros no vivimos ni hacemos. Por eso, Señor, nuestra petición de hoy es para que seamos auténticos y nos esforcemos, al menos, en hacer aquello que proclamamos.

Evangelizar es comunicar vida, vida que tratamos de vivir según la Palabra de Dios, y que proclamamos desde nuestra vivencia personal y comunitaria. Sabemos de nuestros fallos, de nuestras imperfecciones y de que a nosotros nos toca sembrar, y será Dios quien cultive y haga crecer los frutos. Porque la obra es de Él, y nosotros sus instrumentos.

Danos, Señor, la constancia de continuar sembrando a pesar de nuestras tempestades, vientos huracanados y terrenos secos, confiando en tu Palabra y en tu Gracia. Danos la fortaleza de no dar cargas que nosotros no estemos dispuestos a soportar, ni de aparentar lo que no somos. Ni de buscar los primeros puestos o lugares privilegiados para ser visto y aclamados.

Te pedimos, Señor, que no seamos vanidosos, ni queramos consideraciones de maestros, pues todo reside en Ti, y sólo Tú eres Maestro, Doctor y Señor. Y danos la capacidad para servir, porque siendo humildes servidores seremos ensalsados, y no, que queriendo ensalsarnos, seremos humillados. Amén.

lunes, 22 de febrero de 2016

NO VAMOS SOLOS



Cuando caminamos con esperanza es porque vamos confiados en la promesa de la Palabra de Dios. Les dijo a los apóstoles que convenía que se fuera para que viniese el Paráclito, el Espíritu Santo, que les iría revelando todo lo que no habían comprendido y lo que les faltaba por comprender.

Desde entonces, la Iglesia ha ido caminado en la seguridad de verse guiada e iluminad por la acción del Espíritu Santo. Es posible que se hayan cometido muchos errores, pues la Iglesia la formamos todos, y los hombres que la integran son libres y sujetos al pecado, pero, a pesar de ello, la Iglesia encuentra el camino para sostenerse y mantenerse fiel a Jesús. El Espíritu Santo la ilumina, fortalece y sostiene en la verdad y en la justicia.

Y la Iglesia sigue y continúa proclamando su Palabra, y sirviendo a los hombres a través de sus servicios de Cáritas y pastorales de la salud, penitenciaria...etc. La Iglesia está al servicio de hombre y al frente de ella está el sucesor directo de Pedro, el Papa, hoy Francisco, que, en el Espíritu Santo, la guía por el camino de la verdad y la justicia. Sólo observar y analizar todo lo que hace la Iglesia en favor del hombre y la humanidad, a pesar de sus fallos y pecados, nos descubre su misión divina.

Es verdad que hay muchos fracasos, y es evidente que eso puede ocurrir, porque la Iglesia está formada por hombres. Hombres pecadores que tienen fallos, pero está santificada por su fundador, nuestro Señor Jesús. Él sí es santo, y en Él nos apoyamos, somos guiados, porque sólo en Él seremos salvados y, por su Misericordia, limpiados de todo pecado.

Pidamos al Espíritu Santo que nos de fortaleza, sabiduría y perseverancia, para continuar fieles a su acción, y en la obediencia al santo Padre, el Papa Francisco, asistido por el Espíritu de Dios, sigamos alumbrando al mundo

domingo, 21 de febrero de 2016

EN LA GLORIA DEL SEÑOR



Jesús nos revela su Gloria en el Tabor. Allí, en la presencia de Pedro, Santiago y Juan manifiesta su Gloria momentos antes de su gloriosa Pasión y Muerte en Jerusalén. Nos previene lo que va a suceder para que no decaiga nuestra esperanza y nuestra fe. Sí, tenemos que volver a bajar y seguir el camino, y un camino de dolor y sufrimientos, pero detrás viene la Gloria de la Resurrección, y la esperanza de la Vida Eterna en plenitud.

UNA BLANCURA RESPLANDECIENTE

Después del desierto de la tentación, el monte, lugar donde Dios se revela. Luz en el medio de nuestra Cuaresma. No se trata, por ello, de instalarse en esta beatitud: con Moisés y Elías, Jesús habla ya de su marcha que tendrá lugar en Jerusalén. Los apóstoles escapan de esta realidad inmersos en el sueño.
Con todo, deberán vivirla. Pero, el Mal no tendrá la última palabra, porque, en la nube, la voz del Padre reitera, como en el bautismo: "Este es mi hijo..."

Te lo ruego, Señor, mantenme despierto durante
esta Cuaresma. Si he cerrado la puerta, es para
escucharte, no para dormir.
Velemos y recemos contigo, Jesús, 
para recibir lo que nos llena, como lo que
 nos trastorna y nos asusta.


2º domingo de Cuaresma
21 de febrero de 2016
Parroquia San Ginés Obispo de Arrecife

sábado, 20 de febrero de 2016

¿DÓNDE VAMOS SIN TI, SEÑOR?



Tenemos dos opciones a la hora de plantearnos la fe. Vivirla a media, entre la liturgia y cumplimientos por un lado, y el mundo por otro. O, sin excluir vivir en el mundo, porque es donde tenemos que dar el testimonio de amor, vivirla como Dios manda, amando a los hombres desde la fuerza de la Gracia del Espíritu Santo y por amor a Dios.

Posiblemente, el camino que muchos elegimos es el primero. Luce más y es más rentable. Da fama y provecho y satisfacciones mundanas. Pero no es el correcto seguimiento a Jesús, porque escondes tus talentos utilizándolos para tu sólo provecho e interés. Tu egoísmo te pone al descubierto e impide que tus obras lleguen al corazón de los hombres. Y el otro camino, el que tratas de recorrer injertado en Jesús, es camino de pasión, de renuncia, de sacrificios, de darse a cada paso y morir a tu egoísmo, que te amenaza con alejarte de la verdadera senda.

Es morir tú para entregarte al servicio de los demás, sin ninguna distinción, y de forma especial a los enemigos. Porque es ahí donde se descubre el verdadero amor. Cuando las exigencias se hacen duras y no se entienden; cuando parte de tu corazón te pide venganza y compensación, y tu otra parte te exige perdón, misericordia y amor. Porque es así como te ama Dios, y parecerte a Él, nuestra máxima aspiración, nos exige libremente amar como Él.

Nos experimentamos pobres, incapaces e impotentes de alcanzar ese estado de amor. Necesitamos a los demás para establecer vínculos de amor, pero, sobre todo, necesitamos la acción y asistencia del Espíritu de Dios. Y eso es lo que hoy te pedimos, Señor, desde este humilde espacio de oración:

Ven Espíritu Santo, llena el corazón de tus fieles;
enciende en ellos la llama de tu amor. Envía 
tu Espíritu, serán creados.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra.

Oh Dios, que has iluminado los corazones de
tus hijos con la Luz del Espíritu Santo:
haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre
el bien y gozar de tu consuelo. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén.


viernes, 19 de febrero de 2016

NECESIDAD DE HUMILDAD

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Sabemos que no es fácil humillarse, y que, en la mayoría de las veces, se prefiere morir a transigir. La soberbia, la ira y todas las pasiones irrazonables te impulsan al desastre  y la tragedia antes que a transigir. Ese es el problema, que si no hay humildad, tampoco hay nada que hacer.

Y la humildad no se consigue con facilidad. Se necesita un Ideal superior para ser capaz de desaparecer y anularte, borrándote de la confrontación o siendo instrumento de pacificación para que la reconciliación se pueda llevar a cabo. Sólo en Manos del Espíritu Santo se puede llegar a ese estado de perdón y justicia que hace realidad la reconciliación y unidad.

Y, conscientes de que nosotros estamos incapacitados y lejos de lograr esa Gracia de humildad, tan necesaria, para alcanzar ese estado de paz, de serenidad, que nos llene de humildad y de perdón, abrimos nuestro corazón pidiendo al Señor que nos inunde de fortaleza, de humildad y de paz para ser instrumento de reconciliación con todos los hombres y establecer paz en todos los caminos y pueblos por donde pasamos.

Pidamos la sabiduría de tomar conciencia que toda siembre de paz y de amor, que sembremos, será un granito más de arena para que el mundo sea mejor cada día. Y en esa medida estaremos aportando al mundo más reconciliación con nuestro esfuerzo y trabajo.

jueves, 18 de febrero de 2016

ENSÉÑAME A PEDIR, SEÑOR



A la hora de pedir miramos para las cosas materiales. Hacemos inventario de lo que tenemos, y queremos tener más. Más seguridad económica, de salud; más bienes y comodidades y vivir sin sobresaltos ni nada que nos perturbe. Quizás se nos olvida un poco que los demás desean lo mismo que nosotros, y con el mismo derecho.

Sin embargo no nos percatamos de las necesidades espirituales y de la esclavitud de nuestros sentimientos y pasiones. Quizás no ahondamos en nuestros apegos a muchas cosas que nos roban tiempo y paz para reflexionar y tomar conciencia del mundo en que vivimos y al que nos dirigimos. Quizás se nos olvida de pedir más paciencia, más sabiduría, más bondad, más justicia, más de todo aquello que tiene que ver con el la vivencia de cada día según la Voluntad de Dios.

En ese sentido debemos esforzarnos y pedir para saber pedir, valga la redundancia, aquello que es necesario y nos sirve para alcanzar la Misericordia de Dios. Que la tenemos seguro porque Él nos la da gratuitamente, pero que la podemos perder si nos alejamos del verdadero camino y nos dejamos llevar por los peligros del mundo, demonio y la carne.

Pidamos, todos juntos, desde este humilde rincón de oración, la Gracia de saber pedir, y de buscar y llamar para que, en el Espíritu Santo, seamos capaces de encontrar el verdadero camino que nos haga crecer en Gracia delante de nuestro Padre Dios.

Y nada mejor que, al acabar de leer este sencilla y breve reflexión, tomarnos de las manos virtualmente y , cerrados los ojos, decir: Padre nuestro que estás en los cielos...

miércoles, 17 de febrero de 2016

EXIGIENDO LA FE



Nos contradecimos a menudo cuando nos empeñamos en dar respuestas a nuestra fe. O dicho de otro modo, exigimos que se nos demuestre nuestra fe. O mejor, queremos creer y pedimos pruebas para ello. Eso es lo que sucede con esta generación: Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación.

Y digo que nos contradecimos porque la fe exige fiarse, pues de lo contrario no sería fe. Si tú dices tener fe, estás diciendo que te fías, en este caso, de la Palabra del Señor. Otra cosa es que ese fiarse está apoyado en hechos y razones que prueban su veracidad. Jesús ha Resucitado, y eso lo creemos basado y apoyado en el testimonio de los apóstoles, a los que se apareció, y a otros muchos, entre ellos varias mujeres.

Personas y testigos que dieron testimonio de esa verdad con sus obras y sus vidas, y que, a través de la Iglesia nos lo han transmitido a nosotros. En eso apoyamos y descansa nuestra fe. Creemos en la Palabra de Dios y en la Resurrección de nuestro Señor Jesús confiados en su Palabra. Y, desde este humilde rincón de oración, unimos nuestras manos y elevamos nuestros corazones para afirmar nuestra fe en Ti, Señor y dador de Vida Eterna.

¡Oh, Señor, Padre Bueno que nos quiere con locura de Amor, danos la sabiduría de los buenos hijos que se fían de tu Palabra, y la hacen vida en sus vidas según tu Voluntad! Danos la docilidad de ser obedientes a tus mandatos, y como el pueblo de Nínive, creer en tu Palabra y acatar tus mandatos. Amén.

martes, 16 de febrero de 2016

¡ENSÉÑANOS A ORAR, SEÑOR!



Cada día, desde este humilde rincón, tratamos de orar y hablar contigo, Señor. Decimos que orar es hablar contigo, y al intentar hablar estamos orando. Tú nos aconsejaste que no tratáramos de buscar palabras bonitas o rebuscar frases y construcciones gramaticales que, aparte de sonar bien, fuesen bellas y hermosas. Porque de lo que se trata es de amar.

Y el amor empieza cuando estamos dispuestos a perdonar. Porque sin perdón no se puede amar. El amor traspasa la barrera de la justicia y derrama misericordia. Que no evita el castigo ni el arrepentimiento, pero que ofrece la oportunidad de renacer y renovarte por dentro y volver a ser un hombre nuevo que sea tierno, bondadoso y justo. Y eso, dicho así de forma fácil y clara, no es realizable cuando nos empeñamos en vivirlo y realizarlo desde nosotros mismos.

Por eso, Señor, hoy, mejor que nunca, te suplicamos que nos enseñes a orar. Danos tu Gracia y Sabiduría para poder entender tus Palabras, y no dejarlas en eso, en un puro intelecto, sino en interiorizarlas y hacerlas vidas de mi vida. Cumplir tu Voluntad es lo verdaderamente importante, y eso no demanda ningún tipo de cursillo, conocimiento o preparación, sino el abrirnos a tu Gracia y dejarnos empapar por ella hasta el punto de ser capaces de vivirla.

Claro está, que todo eso, e impulsado por el Espíritu, nos hará esforzarnos en prepararnos, en formarnos y fortalecernos, pero siempre desde tu Gracia y la acción del Espíritu Santo. ¡Señor, enséñanos a orar! Esa enseñanza que sale de tu Corazón Misericordioso y que nos envuelve de santidad y de sabiduría generosa que derrama verdad, justicia y misericordia.

Señor, enséñanos a orar, porque sin Ti no encontraremos el camino del perdón y del amor. Amén.

lunes, 15 de febrero de 2016

LA ÚNICA RECETA ES AMAR MISERICORDIOSAMENTE



 Resultado de imagen de Misericordiosos como el Padre



No hay ambigüedades, ni confusiones o dudas. La receta es clara: Amar de forma misericordiosa. Para eso, la Iglesia nos habla y descubre las obras de misericordia. Y este año, el Papa Francisco nos ha invitado a vivir la Misericordia como Jesús, de parte del Padre, nos ha enseñado. Y el Espíritu Santo nos enseña cada día si nos abrimos a su acción.


Misericordiosos como el Padre

No hay que darle vuelta a la tortilla. Todo está claro, y Jesús nos lo ha, no sólo enseñado, sino demostrado viviéndolo en y con su Vida, hasta la última gota de su Sangre en una Muerte de Cruz. Su Resurrección lo demuestra y aclara todo.

domingo, 14 de febrero de 2016

CERREMOS LAS PUERTAS DE LA TENTACIÓN Y PONGÁMONOS EN MANOS DEL ESPÍRITU



El desierto está siempre presente en nuestra vida. La tentación acecha en cada momento, y se mantenemos las puertas abiertas de nuestros corazones, el peligro puede entrar a través de las tentaciones que el demonio nos ofrece. Mundo, demonio y carne son los peligros de nuestro particular desierto que en el devenir de nuestra vida tendremos que atravesar, sufrir y con el que luchar.

Es bueno y necesario mantener una constante guardia, no sólo en estos momentos del camino cuaresmal, sino durante todo el año. Quizás, el ejercitarnos con mayor cuidado ahora, nos ayude a estar preparado luego, en los momentos más distraídos y relajados, cuando y donde el demonio aprovecha para tentarnos.

Jesús, en el Evangelio de hoy, nos previene y nos enseña cómo podemos hacernos fuertes ante los peligros de las tentaciones. No vayamos solos al peligro, sino injertados y auxiliados por el Espíritu Santo, tal y como lo hizo Él. Mantengámonos en perseverantes oración, ayuno y desprendimiento, para que nuestro espíritu no quede debilitado por las comodidades y placeres egoístas que nos ofrece el mundo.


Cierra la puerta

""Cierra la puerta y reza a tu Padre que está en lo secreto".
Este consejo de Jesús, dado a los que rezan y ayunan con ostentación,
ya no es actual. Pero entonces, ¿que puertas debemos cerrar durante
esta Cuaresma? ¿Ocupaciones que nos dejan sin tiempo?
¿Obsesiones, preocupaciones y emociones turbias?
A cada cual su respuesta para que Dios pueda manifestarse.

Jesús, nuestro Señor, en este inicio de Cuaresma, te encomiendo
mi resolución de cerrar la puerta que me impide estar a la escucha
atenta de tu Palabra. Te encomiendo mi deseo de dejar, día
tras día, que te encarnes en mí. Contigo, con confianza, 
retomo esta oración que Tú nos ensenaste:

Padre nuestro que estás en el cielo...


del miércoles de ceniza, 10 de febrero de 2016
Parroquia de San Ginés de Arrecife - Lanzarote.



La vida, tarde o temprano nos pone a prueba. Porque es en la prueba donde podemos manifestar nuestra firme voluntad de creer en Jesús y renunciar a todo aquello que nos propone para rechazarlo. La renuncia constituye nuestro propio desierto, y casi todos los días renunciamos a dejarnos conducir por el mundo y seguir, abandonados en los brazos del Espíritu, los pasos de Jesús. Y eso exige desierto, que combatimos con oración, ayuno y desprendimiento.


Guiados por el Espíritu

"Él fue guiado por el Espíritu en el desierto". Por aquel entonces,
según decían, el desierto era el lugar donde se desencadenaban las fuerzas
de las tinieblas. El demonio espera que Jesús tenga hambre para
aparecérsele. Jesús, que no está encarnado "en broma"
también va a sufrir la tentación.
Por el contrario, si nos dejamos guiar por el Espíritu, el desierto se
convierte en un espacio de purificación y permite el encuentro
con Dios.

Espíritu Santo,
guíame en el desierto de la Cuaresma para que crezca dentro de mí
 la gracia de no ejercer mis ansias de poder y para que, tras Jesús,
sienta ganas de cumplir la voluntad del Padre y no la mía.

Del primer domingo de Cuaresma, 14 de febrero de 2016
Parroquia de San Ginés de Arrecife - Lanzarote

sábado, 13 de febrero de 2016

TÚ, SEÑOR, ERES MI MÉDICO



Resulta extraño que el Señor elija lo peor a los ojos de la sociedad. Jesús se vale de los más enfermos de pecados, de los malvados, de los que no se creen justos. Precisamente, para confundir a los fuertes, ha escogido a los débiles a los ojos del mundo. De esa forma, su poder y misión divina queda probada.

No es fácil elegir y encontrar a un buen médico. Para muchos está prohibido por el alto precio que hay que pagar, o, también, por la imposibilidad de conocerlo. Por eso, lo primero es informarse bien, y, luego tomar el camino para buscarlo. Se hace necesario también elegir al médico que sea capaz de curarlo todo. No solamente las enfermedades del cuerpo, sino también las del alma. Y, repito, no es fácil encontrarlo, aunque no se esconde. Y es más, es Él quién nos busca primero, y nos invita, como sucedió con Leví y otros.

Tampoco es cuestión de dinero, porque se ofrece gratuitamente, pero, aun así, cuesta mucho llegar a Él. Necesitamos mucha humildad. Ese es el primer pago que aparece en nuestra factura. Humildad de sabernos y reconocernos enfermos, y luego, fe y esperanza de que Él, Jesús, nos pueda curar. Quién cree en Mí tendrá vida eterna.

Sencillo, pero muy difícil. Porque se trata de humillarnos y reconocernos pecadores. Y, por su Gracia, humillarnos también ante los demás por amor a Jesús. Pues Él se ha abajado y humillado en una Muerte de Cruz por amor a cada uno de nosotros. ¿Cómo no lo vamos a hacer nosotros?

Por eso, te pedimos Señor la Gracia de, cómo Leví y otros, responder a tu llamada, por tu Amor y Misericordia. Queremos poner a tus pies todas nuestras miserias, nuestras pobrezas y nuestros pecados, para que en tus Manos, Tú los purifiques, y, limpios, sean luz para los demás. Amén.

viernes, 12 de febrero de 2016

EL CAMINO SE HACE CUESTA ARRIBA Y ES DURO

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS





Nos cuesta vencernos. Se nos hace difícil y pasado negarnos y darnos en servicio y entrega a los demás, pero es el único camino que nos sirve para llegar a la Fuente Eterna del gozo y del amor. Antes que nosotros, lo ha recorrido el Señor, y ahora, si queremos seguirle, lo hemos de recorrer nosotros, y compartir con Él su Muerte y Resurrección.

Conscientes de nuestras limitaciones y pobreza, te pedimos, Señor, que nos des fortaleza y sabiduría para alcanzar la meta y finalidad de nuestro camino. Queremos seguirte, pero no a través de cumplimientos y prácticas vacías y huecas que sólo dejan hipocresía y doble vida, sino con y en la vivencia del esfuerzo diario en parecernos, cada día, más a Ti.

Parecernos a Ti en tu estilo de vida, en tus actitudes, para, injertado en Ti, vivir según tu Voluntad. Y es eso lo que queremos pedirte desde estas humildes páginas. Te suplicamos, Señor, para que por tu Amor y Misericordia podamos, por tu Gracia, recibir la sabiduría y la fuerzas para recorrer el camino y compartir tu Muerte y Resurrección.

Con esa esperanza y ese gozo emprendemos el camino sabiéndonos asistidos por el Espíritu de Dios, y aliviados y confortados en los obstáculos y sacrificios que el propio camino nos exigirá antes de padecer y compartir nuestra humilde y sencilla muerte con la del Señor. En eso estriba nuestra esperanza y nuestro gozo, y, complacidos en tu Amor y Misericordia, Señor, te damos gracias por todo. Amén.

jueves, 11 de febrero de 2016

IMPRESCINDIBLE LA ORACIÓN PARA RECORRER ESTE CAMINO DE CRUZ



No se puede entender este camino de cruz sin la constante presencia del Señor. Se hace diariamente, a cada instante, necesaria la relación con el Señor, porque sin Él nuestras fuerzas flaquearán debido a nuestra propia debilidad humana y por las tentaciones del mundo que nos seducen.

Necesitamos injertarnos en Ti, Señor, y por medio de la oración, del ayuno, penitencia y limosna sostener nuestra cruz de cada día para afirmarnos en tu seguimiento, que consiste en vivir tus sufrimientos, tu Muerte y tu Resurrección. A nosotros nos toca también vivirlo. Serán nuestros sufrimientos, nuestras muertes y, también, la esperanza de nuestras resurrecciones.

Pero no unas vivencias según nuestras actitudes, sino según tus actitudes, Señor. Seguirte esforzándome cada día en aceptar mi cruz por Ti, no por resignación o cobardía. Vivir según Tú has vivido voluntariamente aceptando los sufrimientos, tu Muerte para, victoriosamente, Resucitar venciendo al pecado y a la misma muerte, efecto del pecado.

Luego, vale la pena recorrer ese camino de sufrimiento y de muerte, para Resucitar en Ti, Señor. Y eso te pedimos en este momento, en el que empezamos, hoy el segundo día, este camino cuaresmal. Te pedimos que nos des la fuerza, la sabiduría, el valor y la perseverancia de ejercitarnos en la oración, la limosna, el ayuno y la penitencia. No sólo como para un determinado período de nuestra vida, sino para todo el recorrido de la misma.

Infunde en nosotros, Señor, tu Camino, tu Verdad y tu Vida, para que también nosotros seamos, esforzándonos, parte de tu Camino, de tu Verdad y de tu Vida. Amén.

miércoles, 10 de febrero de 2016

DESDE LO MÁS PROFUNDO DE TU CORAZÓN



Allí, donde nadie puede oírte ni verte, tú habla con Dios. No busques escenarios, ni montículos destacados y situados de forma estratégica para ser visto y que aplaudan tu aparenta santidad u oraciones. No trates de aparentar lo que, quizás, luego resulta no ser. Porque todo está oculto en lo más profundo de tu corazón, pero saldrá a la luz y quedarás retratado.

Todo lo ve tu Padre que está en el Cielo, y el conoce los secretos de tu corazón. Luego, no trates de ser visto, porque quien interesa te ve, y sabe de tus intenciones y deseos. Trata, pues, de mostrarte tal cual eres y esforzarte en mejorar y crecer en perfección delante de tu Padre. Lo demás, con sus aplausos y halagos no conseguirán ni hacer crecer un simple pelo de tu cabeza. Sólo el Señor basta y es el verdadero público de nuestro ser y obrar.

Por todo eso, Señor, te pedimos que nos des la suficiente humildad para orar desde lo más profundo de nuestro corazón, sin miramientos ni búsqueda de aplausos ni lucimientos. En el silencio y la oscuridad de nuestra humildad y pobreza, sabiendo que todo es tuyo y que nuestro mérito consiste en dejarnos iluminar por tu Espíritu. Tú, mi Señor, eres mi fuerza, mi luz, mi vida, mi poder, mi voluntad, y por tu Amor y Misericordia puedo hablarte, dirigirme a Ti y suplicarte perdón.

Sé también que es fácil decirlo, pero no tan fácil llevarlo a cabo. Nuestra avaricia, ambición y egoísmo personal nos empuja a dejarnos llevar por el éxito de este mundo. Nos gustan los aplausos y que seamos considerados buenas y piadosas personas, pero luego, nuestra vida no va muy acorde con nuestros deseos y nuestras obras. Porque cuando estamos en la verdad, no buscamos lucimientos, ni fama, ni prestigio, ni siquiera público, porque Tú, Señor eres nuestro público.

Y sólo en Ti descansamos, encontramos paz, verdad y gozo, sin búsquedas de ningún éxito ni recompensa, porque Tú, Señor eres nuestra única, gran y eterna recompensa. Sólo Tú bastas.

martes, 9 de febrero de 2016

EL ESPÍRITU DE LA LEY



No basta con simplemente la ley, porque de ser así no sería tan difícil cumplir. Hay mucha gente muy buena cumplidora, pero por eso, no muy buena gente. Porque cumplir es una cosa buena, y que está muy bien, pero no es suficiente. El amor va mucho más allá del mero cumplimiento.

El amor exige perdonar y mucha paciencia con todo aquellos que, aún cumpliendo con nuestro deber, debemos permanecer a su lado y hacerles compañia. No somos mero cumplidores con el deber de atender a nuestros padres, sino, somos sus hijos. Les debemos todo aquí en la tierra, y ellos han cumplido con su deber de padres, dándonos todo su amor y su vida. ¿No debemos corresponderles nosotros ahora que ellos no se pueden valer o cuidar por sí mismos?

Si no somos capaces de hacerlo con ellos, ¿qué haremos con el Amor del Señor, al que le debemos todo? El amor que dedicamos a nuestros padres es la mejor ofrenda de amor que podemos dedicar a nuestro Padre Dios. Porque en ellos vemos representado a Dios y al amor que nuestro Padre Dios nos ha dado en y por mediación de ellos.

Pidamos al Señor que sepamos cumplir con ese verdadero amor. No quedándonos simplemente en las leyes y prácticas, sino viviendo el mismo espíritu de amor que nuestro Padre Dios tiene con cada uno de nosotros. Por eso, desde este rincón de oración, unidos y cogidos de las manos virtuales que nos enlaza, te pedimos, Señor, capacidad, sabiduría, fuerza, paciencia y perseverancia para servir con todas nuestras fuerzas a nuestros padres y honrarlos según tu Voluntad, y no con la nuestra, con las que ponemos los hombres para quitarnos todo el peso del amor que nos exige compartir y entregarnos a ellos.

Confiados en que, en Ti, Señor, podemos conseguirlo, porque Tú nos acompañas y estás con nosotros cada día, dándonos e imprimiéndonos ese tu mismo Espíritu con el que nos enseñas, te damos con renovadas esperanza las gracias.

lunes, 8 de febrero de 2016

NOSOTROS PARTICIPAMOS DE LA VIDA DE DIOS




Nosotros estamos más cerca del Señor. Tan cerca que participamos de su misma Vida. La Eucaristía es la medicina de la inmortalidad. San Ignacio de Antioquía, así, consideraba a la Eucaristía como «la medicina de la inmortalidad y el antídoto para prevenirnos de la muerte, de modo que produce lo que eternamente nosotros debemos vivir en Jesucristo.

No podemos desaprovechar esta oportunidad por la que Cristo se hace alimento para nosotros y presencia en nosotros mismos, haciéndonos participe de su misma Vida. En Él somos, no sólo curados, sino también transformados con un corazón semejante a Él. Pidamos no perder esa Gracia y, permaneciendo cercanos a Él, perseverar en su Espíritu.

Te damos gracias, Señor, por darnos tu Cuerpo espiritual como alimento para nuestra vida y salvarnos de la muerte y del pecado. Te damos gracias, Señor, porque eres Tú quien sale a nuestro encuentro, quien nos espera y quien nos salva, y quien te hace encontradizo con cada uno de nosotros. Danos esa fuerza que necesitamos para vencer las tentaciones de este mundo y permanecer en tu amor.

Danos la sabiduría de saber buscar todas las cosas que necesitamos en esta nuestra vida, no en el mundo, que nos engaña y nos pierde, sino en Ti, Padre Bueno que nos sana, nos das la plena felicidad y nos salva de la esclavitud de la muerte y del pecado.

Despierta en nosotros el interés, la admiración o el deseo de buscarte, porque sólo en Ti encontraremos la felicidad, la paz y la inmortalidad que queremos, deseamos y buscamos. Amén.

domingo, 7 de febrero de 2016

SÓLO EN Y CON EL SEÑOR DAREMOS FRUTOS



Podemos pasarnos toda la noche pescando y, fatigados y cansados hasta la extenuación, no lograremos ningún resultado. Nuestra red estará siempre vacía. Sin embargo, con Jesús se llenará cuando El decida que sea así. La pesca milagrosa es un milagro que deja claro el poder del Señor, y el de nuestras fuerzas.

Muchas veces en la vida, creemos que las cosas suceden por nosotros, y que sin nosotros no saldrían. Algunos nos erigimos como imprescindibles y necesarios para sacar adelante el trabajo, y nos equivocamos al creerlo así. Necesitamos, como Pedro, fijarnos de la Palabra de Jesús.

 Hoy, el milagro de la pesca milagrosa nos descubre como cuando el Señor lo cree oportuno y necesario, la pesca se produce. El asombro de Pedro fue el detonante que le empujó a seguir al Señor al pedírselo. Nuestro esfuerzo es humano, pero en el Señor se hace divino y poderoso. 

Señor, danos la luz de no desfallecer y esperar siempre en Ti. Nuestros esfuerzos so baldíos cuando los hacemos pensando en nosotros. Y también nos desanimamos cuando ponemos las esperanzas en nuestras fuerzas o en la de los compañeros. Muchos nos agradecen lo que hacemos, y yo me sorprendo porque sé que eres Tú, Señor, quien me mueves y me das la luz y la inspiración para proclamarte y derramar tu Palabra.

Danos, Señor, la sabiduría de entender tu poder y la asistencia del Espíritu de Dios, y de sabernos invitados a remar mar adentro, donde las olas y las tempestades pueden ser peligrosas e impedirnos pescar, pero, por tu Gracia, sabemos que estando contigo llegará el momento de echar las redes y, injertados en Ti, conseguir buena pesca.

Gracias, Señor, por contar con nosotros. A pesar de nuestra debilidad, nuestra ignorancia, nuestra torpeza y nuestra inutilidad. Confiamos en Ti, y esperamos que Tú, si cuenta con nosotros, harás que cada uno de nosotros llenemos nuestras redes de pescado. Amén.

sábado, 6 de febrero de 2016

DESCANSAR APOYADO EN EL SEÑOR



Jesús no se va de vacaciones nunca. Entre otras cosas porque Él es el descanso y la paz, y en Él están las verdaderas vacaciones. La felicidad está en Él, y cuando se es feliz no apetece ir a otro lugar, pues ya en ese lugar se está bien y en pleno gozo. ¿Para qué ir a otro lugar?

Cuando se piensa y planea vacaciones, se hace pensando en descansar y disfrutar de un merecido descanso. Se busca un lugar donde pasarlo bien y relajarse de todo lo que perturba o incómoda. Pero, resulta que esas vacaciones, pensadas en descansar y disfrutar, apoyadas en las cosas que el mundo ofrece, no resulta un buen descanso ni una inyección de paz y bienestar interior.

Porque, sólo el estar en el Señor nos ocasiona paz y serenidad. Permanecer en Él son las mejores vacaciones que podemos tener. En Él alcanzamos plenitud de gozo y felicidad eterna. Unas vacaciones que no terminan y que son eternas. Jesús está siempre esperándonos con los brazos abiertos y en Él es donde podemos encontrar la verdadera paz y el gozo del verdadero descanso.

Danos la Gracia, Señor, de no apartarnos nunca de Ti, y en nuestro tiempo de descanso o de vacaciones, que seas Tú nuestro principal invitado, nuestro mejor amigo y el centro de nuestro descanso. Te pedimos, Señor, fortaleza para vencer apetencias y debilidades, y no quedar deslumbrados por las tentadoras ofertas que el mundo nos hace. Sus luces, candilejas y escenarios que nos pintan tratan de seducirnos y sumergirnos en él. Tú, Señor, quedas marginado y relegado a un segundo plano.

Te pedimos, Señor, que, como Tú, tentado en el desierto, sepamos perseverar y rechazar todas las ofertas tentadoras que el demonio nos ofrece. Amén.

viernes, 5 de febrero de 2016

VIVIR EN LA VERDAD

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Los peligros que se nos presentan en la vida son dispares y diversos. La imprudencia y la temeridad pueden conducirnos al peligro, pero también al cumplimiento de la verdad y la justicia. Juan el Bautista no tenía pelos en la lengua, y proclamaba la verdad. La Verdad según la Voluntad de Dios. Y por eso fue decapitado por Herodes, ante el ruego de la mujer de su hermano Filipo, con la cual él se había casado.

Es posible que eso suceda cuando se proclama la verdad, pero también ocurre que nuestro corazón no nos permita callarnos ante la injusticia y la mentira. La semilla de la verdad ha sido implantada dentro de nuestros corazones para ser proclamada, y si no se hace, nuestro corazón no queda tranquilo. Es entonces cuando se endurece y se vuelve piedra y perverso. Y cuando se hace el mal.

Necesitamos la fuerza del Espíritu de Dios para no dejar endurecer nuestros corazones por el pecado y el vicio de la mentira y el egoísmo. Y, para ello, necesitamos pedírselo sin desfallecer, y permanecer a su lado, confiado y esperanzado. Necesitamos hacer penitencia y alimentarnos en la Eucaristía para fortalecernos y no desfallecer. El camino es duro, temeroso y lleno de peligros. La oración es el arma que nos conforta y nos da valor.

Confiamos en la Fuerza del Espíritu de Dios, y como Juan Bautista, encontrar el valor y la fuerza para defender la verdad y proclamar la Voluntad de Dios. Amén.

jueves, 4 de febrero de 2016

DESPOJADOS DE TODO EQUIPAJE



No nos hace falta nada, Señor, sino tu Espíritu, que nos iluminará y nos dará la sabiduría para proclamar el Mensaje de salvación que Tú nos envía a anunciar. Nos envía desprovisto de todo. Simplemente unas sandalias, un batón para apoyarnos en el camino, y una túnica para el abrigo. Nada más.

Eso no entra en nuestros cálculos humanos. Nuestras mochilas son mucho más pesadas, más llenas de seguridades y de artilugios, que luego en muchas ocasiones no utilizamos. Cargamos de alimentos, de vestidos, de cosas que nos hagan el camino más cómodo y confortable. Luego, la pesada carga nos resulta molesta y costosa de moverla. Optamos por quedarnos y no caminar más.

Y eso nos sucede cuando, en nuestra vida, Jesús, quizás sin saberlo, ocupa un lugar importante, pero no el primero, y su Palabra no es Palabra de Vida Eterna, porque antes anteponemos nuestra comodidad, nuestros gustos, nuestros intereses, nuestras prioridades...etc. Nuestra manera de pensar, que le da más importancia al mundo que a Ti, Señor; que confía más en las seguridades del mundo, que e Ti, Señor. Y que desconfía de tu Poder y de tu Palabra.

Porque ir según Tú, mi Señor, me has enviado, es ir desnudo, sin ninguna protección, desprovisto de toda atadura humana que me retenga en este mundo, y confiado en tu Palabra. Tú tienes Palabra de Vida Eterna y todo en Ti y por Ti se cumplirá. Y si así has considerados que debemos ir, así iremos.

Pero ocurre que nos enrollamos demasiados con nuevos métodos, estrategias y tácticas. Nos decimos que los que no creen en Ti se organizan y preparan, y por eso tienen éxito. Es decir, damos crédito a lo que hace el mundo que a tu Palabra. Perdónanos Señor. Y Tú, Señor, nos envía sin más, porque tu Espíritu va con nosotros. Ayúdanos Señor a entenderte, a escucharte y a confiar en Ti. Y a salir a los caminos de nuestra vida, tal y como Tú nos has mandado. 

Desde nuestras comunidades, desde nuestras parroquias, desde nuestros grupos y asociaciones. En torno a tu Espíritu y guiados y dirigidos por Él.  En Él encontraremos la Luz, la sabiduría, la Palabra para dirigir nuestra evangelización en torno a Ti, en el esfuerzo de vivirla nosotros también en Ti.

miércoles, 3 de febrero de 2016

NUNCA DEBEMOS CANSARNOS DE PEDIR LA FE



Por mucho que creas en ti mismo, y te sientas seguro de creer en Jesús de Nazaret, no te canses de pedir al Señor que te aumente la fe. Porque siempre nuestra fe será incipiente, débil y amenazada por el peligro de confundirse y alejarse de nuestro corazón. Las tentaciones y peligros del mundo nos amenazan siempre con esa posibilidad, y con el riesgo que nuestras propias limitaciones nos imponen y nos dejan a merced del demonio.

Por eso, la primera condición ineludible es, injertarse en Xto. Jesús. Vivir en Él y con Él. Eso significa tomar el arma de la oración cada día y cada instante si hace falta. Y la frecuente, si se puede, visita al Santísimo y comunión Eucarística. Compartir la fe en comunión de otros, grupos, parroquia, pastorales...etc., puede ser otro pilar fundamental para conservarnos fortalecidos, arropados y a salvo del peligro.

Sin ir más lejos, nuestros espacios blogueros, donde compartimos, enlazados a FaceBook, nuestra fe, nuestras dudas, nuestros estados y emociones, nos confortan, nos preservan y nos sostienen en el Señor, porque, no olvidemos nunca, Jesús nos ha prometido estar presente entre nosotros. Y si Él lo ha dicho, es que realmente está. Él tiene Palabra de Vida Eterna.

Por eso, Señor nuestro, te pedimos que nos aumentes la fe. Puede ocurrir que nos dé vergüenza de pedírtelo tantas veces, y estar siempre en el mismo sitio. Pero, Tú nos has dicho que no nos cansemos, que insistamos y no dejemos de llamar, de tocar, de pedir. Tú nunca te cansas de recibirnos y de escucharnos. 

Tu Misericordia es Infinita, y siempre nos atiendes. Incluso aunque nos salgan a nosotros los colores de tanto pedírtelo inútilmente por nuestra parte, porque caemos siempre en el mismo pecado de la desconfianza. Sabemos, también, que nos perdonas y que, si nos esperas, es que confías en nosotros. Danos, Señor, la Gracia y las Fuerzas, para también nosotros confiar ciegamente en Ti.

martes, 2 de febrero de 2016

LA NECESIDAD DE UNA FAMILIA



No podemos imaginarnos un mundo sin familias. Porque, precisamente, el mundo, es decir, los pueblos los forman las familias. Sin unos padres será difícil, por no decir imposible, crecer de forma natural. Eso significa lo mismo que decir: tener una educación, unos cuidados y alimentación, y una formación de la mejor escuela que es la familia.

Por eso, la familia debe ser la prioridad de cualquier gobierno. Porque buenas familias, estructuradas como un espacio de amor para crecer en los valores y el amor, dará como resultado un mundo más humano, más equitativo, más justo, más solidario, más respetuoso, más libre y más digno. Cuando las familias son lo que deben ser, es decir, escuelas de amor, los pueblos son espacios de convivencia, de justicia, solidaridad y fraternidad. ¡Y eso es lo que pretende todo gobierno! ¿Por qué entonces no se hace, poniendo todo el énfasis de los programas en proteger, atender y cuidar a las familias?

Nos engañan cuando proclaman justicia, verdad e igualdad, para luego satisfacer sus interese personales y   egoístas. Mienten cuando proclaman sus programas, porque después, las familias, no son protegidas ni tenidas en cuenta. La familia es la célula de la sociedad, y como tal debe ser atendida y protegida.

Jesús nace en una familia, y eso significa que la Familia es el espacio donde el hombre aprende a respetar la justicia, la libertad, la generosidad, la entrega...etc. La familia de Jesús cumple con la ley y vive como una familia más, pero en la presencia de Dios, que quizás es de lo que carecemos muchas familias de hoy. 

Por eso, unidos todos, pedimos por la familia y la vida. Cada viernes rezamos en este rincón un rosario, cogido de la Mano de María, con esas intenciones. Pidamos hoy también porque los pueblos descubran el valor de la familia y exijan a los gobiernos los derechos de las familias, fundamento y célula de la sociedad.

lunes, 1 de febrero de 2016

¡SALVANOS, SEÑOR!



PRECES
Ya que Cristo escucha y salva a cuantos en él se refugian, acudamos a él, diciendo: 
Te alabamos, Señor, esperamos en ti. 
Te damos gracias, Señor, por el gran amor con que nos amaste; 
—continúa mostrándote con nosotros rico en misericordia. 
Tú que, con el Padre, sigues actuando siempre en el mundo, 
—renueva todas las cosas con la fuerza de tu Espíritu. 
Abre nuestros ojos y los de nuestros hermanos, 
—para que podamos contemplar hoy tus maravillas. 
Ya que nos llamas hoy a tu servicio, 
—haznos buenos administradores de tu múltiple gracia a favor de nuestros hermanos. 
 Se pueden añadir algunas intenciones libres, (y, si quieres, publicarlas en los comentarios).

PADRE NUESTRO


ORACIÓN:Oh Dios, que encomendaste al hombre la guarda y el cultivo de la tierra, y creaste la luz del sol en su servicio, concédenos hoy que, con tu luz, trabajemos sin desfallecer para tu gloria y para el bien de nuestro prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

1 de febrero de 2016, 
lunes de la semana IV del Tiempo Ordinario. 
Feria.
 De la Oración de la mañana (laudes) 

domingo, 31 de enero de 2016

CADA DÍA NECESITO CONVERTIRME



Cada día trae un nuevo amanecer. Nada se repite, aunque nos parezca la película repetida. Si pone los ojos del alma en acción, observarás que las cosas que ves cambian de color y presentan actitudes y formas diferentes a las del ultimo día. Porque, cada día, damos un paso más hacia el camino último de este mundo, para empezar el nuevo, el definitivo y eterno.

No se repite el camino. Cada día es diferente. Por eso necesitamos la Gracia del Espíritu de Dios para mirar con los ojos de Jesús. Tal y como se nos presenta en el icono del Padre Misericordioso de este año de Gracia proclamado por el Papa: Misericordiosos como el Padre.

Cada día es diferente porque Jesús, a igual que el Padre, no se cansa de perdonar. Su venida es por locura de Amor y de Misericordia, y cada día tenemos esa nueva oportunidad de lavarnos y limpiarnos en su Amor y su Misericordia. ¿Cómo van a ser iguales? Hoy, por la Gracia de Dios, veremos las cosas más imperfectas que mañana, porque la acción del Espíritu Santo nos asiste, nos guía y nos perfecciona. También, injertados en el Señor, y dóciles a su Gracia, cada día puede ser un paso más para amar más que ayer y menos que mañana. Esa es nuestra esperanza, que sólo la podemos hacer realidad en Xto. Jesús.

Por eso, Señor, yo creo en tu Palabra, y no te exijo nada. Sé que a Ti te gusta que te hable y que te pida, pero, a pesar de que lo hago, me conformo con lo que Tú me das y me ofreces. Porque siendo un Hermano tan bueno, y enviado por un Padre Bondadoso e Infinito, tu Palabra es Eterna y vivirla es la garantía mayor de ir por el camino correcto y verdadero.  

Sé que no es tan fácil vivirlo, y más fácil decirlo, pero ahí esta el esfuerzo de mi fe y mi confianza. Fiarme y dejarme llevar por Ti. Por eso, cada día es diferente, y viene cargado de emociones, de relación contigo y de esperanzas. Porque Tú, mi Señor, eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

sábado, 30 de enero de 2016

A PESAR DE LAS TEMPESTADES DE MI VIDA, EN TI, SEÑOR, PONGO TODAS MIS ESPERANZAS



La vida es un camino de salvación. Es fundamental conocer esta Verdad, porque de conocerla o no, nuestro caminar puede ser de una manera u otra; más activo que pasivo; más participativo que indiferente; más alegre que triste; más lleno de amor que de odio; más de vida que de muerte.

La vida es un camino que nos presenta muchos momentos inesperados y de sorpresas. La calma se ve asaltada por la tempestad sin apenas darnos cuenta, y nos sorprende en medio de la travesía. Cuando no, negligencias propias, accidentes o casualidades que inciden en momentos trágicos. Y nuestra vida, sin previo aviso, cambia de rumbo. A veces un buen rumbo, y otras veces, un rumbo desconocido, violento, sufrido e incierto.

Está claro, lo sabemos por propia experiencia, que el mundo no nos ofrece seguridad. Ni, la que puede ofrecer, garantiza nuestra salvación de todo riesgo, y menos de la vida eterna. En esa partida, junto al mundo, no nos hace falta reflexionar mucho para darnos cuenta que la guerra la tenemos perdida. Es posible que ganemos algunas batallas, pero pura fantasía y espejismos. La guerra está perdida.

Necesitamos una seguridad plena, de total garantía. Y no la hay sino en Ti, Señor. Tú eres Palabra de Vida Eterna, que nos salva y nos das el gozo en plenitud de felicidad eterna. En Ti todo se ha cumplido, y nuestra confianza fortalece nuestra fe. El testimonio de los apóstoles nos lo descubre y transmite. Danos, Señor, la fe de fiarnos de Ti, y de confiarnos plenamente en tu Palabra.

Y eso es lo que hoy te pedimos desde este rincón de oración, la fe de ser dócil en el Espíritu Santo a tu Palabra, y de, a pesar de los peligros, tempestades y sufrimientos de mi vida, abandonarme siempre en Ti, Señor.

viernes, 29 de enero de 2016

TAMBIÉN HAY CIZAÑA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Es verdad que la semilla crece de forma irrevocable, te preocupes o no. De la misma forma, la verdad nace en tu corazón, y también madura y crece. En ese tiempo tú vas aprendiendo y diferenciando el bien del mal. Experimentas lo que está bien y lo que está mal. Y, en caso de dudas, sabes que lo puedes preguntar a quien puede saber más que tú.

Pero, también es verdad, que si no preguntas a nadie, tus conocimientos pueden irse quedando desfasados, y tus posibilidades de errar y equivocarte aumentan. Pues bien, la semilla, a pesar de que una vez plantada, crece por sí sola, necesita cuidados, tierra buena y buen cultivo para dar buenos frutos. Todo no dependa de ella, porque tu colaboración se hace necesaria.

También hay cizaña, tierra mala y abrojos que enredan y ahogan las raíces de las buenas semillas, e impiden que den buenos frutos. Y si esa tierra mala, cizaña y abrojos no se apartan y destruyen, terminarán ellas por destruir las buenas semillas y sus frutos. Y creernos que, nosotros solos, podemos es un error. Necesitamos la Gracia de Dios y la presencia continua de su Espíritu para, fortalecidos e iluminados en Él, poder sostener y mantener bien cultivado el jardín de nuestra vida en cada momento.

Por eso, Señor, te pedimos que nos des esa capacidad de esfuerzo y cuidados con los que mantener nuestro propio jardín bien cultivado. Un jardín dónde los frutos sean frutos de verdadero amor, y que establezcan tu Reino, Señor, entre todos los hombres.

Danos, Señor, esa sabiduría de conocer todos los entresijos que nos pueden estropear los frutos de nuestro corazón, y los remedios y defensas para impedir que se estropeen. Y, por tu Gracia, sostenernos siempre en tu presencia y en tu Amor. Amén.