Hoy ha sido un día difícil. Difícil para mí, que no para otros. Cada uno debe saber, al menos intentarlo, conocer sus propias limitaciones. Y hoy, ya desde anoche, experimentaba cierta rabia, al no poder conectar con Internet. La impotencia de no poder publicar y reflexionar me hería y me tentaba a revelarme. Son los momentos de morir a ti mismo, a tus egoísmos y vanidades.Quizás no las veas, pero están escondidas dentro de ti, y salen cuando menos te lo piensas. En esos momentos te tientan y provocan tus egos y tus suficiencias. Son buenos momentos si sabes explorarlos y aceptar lo que tienen de positivo. Darte cuenta de tu impotencia, de tus limitaciones y de tu vanidad es la mejor de tus reflexiones, porque en ellas encuentras verdaderamente al Señor.
Saber y experimentar, Dios mío, que Tú lo eres todo, y que lo Único que importa eres Tú, es el mejor regalo y tesoro que puedes encontrar. Saber y vivir que, a pesar de no lograr las cosas que quieres y le das gran importancia en este mundo, no son lo más importante, sino que lo eres Tú, es lo mejor que nos puede pasar.
Por todo ello, escribiendo a prisa por no tener más tiempo, te doy las gracias de vivir este día la experiencia de sentirme en tus Manos y de saber que en Ti tengo todas mis esperanzas. Amén.
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