Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 28 de agosto de 2014

NO SE TRATA DE MÉRITOS SINO DE UNA ACTITUD PERSEVERANTE



No se trata de hacer méritos, llenar el granero y luego echarse a dormir. No es esa la advertencia que hoy nos quiere descubrir la Palabra de Dios. La cuestión no es estar preparado cuando llegue la última hora, porque, entre otras cosas, no sabemos la hora ni el momento en que llegará. Por lo tanto, no se trata de estar preparado esa última hora, sino de estar preparado siempre.

Es esa la actitud que el Señor nos descubre hoy. Necesitamos estar vigilantes, atentos y preparados en la frecuencia de la Penitencia y la Eucaristía, en la oración y escucha de la Palabra. Son las armas que nos ayudan a mantenernos perseverantes y expectantes en cada momentos de nuestra vida y preparados, por la Misericordia de Dios, en el momento de la última hora de nuestra vida.

Y es esa actitud la que el Señor nos anima a mantener, independientemente de que llegue o no llegue el momento último, y menos nos sorprenda. Y esa es la oración que, desde lo más profundo de nuestro corazón, hoy queremos, Señor, elevar hacia Ti.

Te rogamos nos des la fuerza, el valor, la inquietud y la sabiduría de saber y valorar el estar expectante y atentos a tu Palabra. No sólo de oído, sino también de vida aplicándola a nuestras vivencias diarias en la relación de cada día en nuestras familias y ambientes sociales. Amén.

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