Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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martes, 10 de enero de 2017

TU PALABRA, SEÑOR, SIEMPRE ES NUEVA

Nunca deja de sorprendernos, porque tu Palabra, Señor, siempre es nueva y nos llena de esperanza. Tu Palabra, Señor, nunca termina, siempre permanece y nos renueva a cada instante. Tu Palabra nos da vida y nos sostiene rebosantes de gozo y felicidad. Tu Palabra nos vivifica y nos hace nuevo.

Pidamos perseverar en tu Palabra, y en estar atento a vivirla y ponerla en práctica. Pidamos esa Gracia, la de asombrarnos, la del primer amor que nunca acaba y siempre nos sorprende. Pidamos la sabiduría de poder interpretarla y comprenderla. Pero, sobre todo, amarla para hacerla vida en nuestras vidas.

Pidamos fortaleza y voluntad, para superarnos cada día y luchar contra la rutina humana, que nos cierra los ojos de la verdad, para que dormidos vivamos, en la rutina cansina de cada día, sometidos a la esclavitud del pecado y los egoísmos. Pidamos la libertad de abrir los ojos para ver la pureza y disponibilidad de estar atentos a las necesidades de los demás y prestos a acudir a su auxilio.

Pidamos la capacidad de asombro y de admiración al advertir y observar tu Poder Señor de sanar nuestras enfermedades y de escuchar tu Palabra que nos adoctrina y nos salva. Pidamos el don de sorprendernos por esa autoridad y poder de transmitirnos la Buena Noticia de salvación. Esa Noticia que todos llevamos dentro de nuestros corazones y a la que buscamos dar respuesta.

Porque, Tú, Señor, eres el único capaz de hablarnos de esa forma. Porque sólo Tú tienes autoridad para darnos lo que nuestros corazones ansían y desean. Porque sólo Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna. Amén.

jueves, 21 de julio de 2016

LA SUERTE DE CONOCER TU PALABRA



No es para menos el tomar conciencia de la gran suerte y la dicha de sabernos nacidos en el tiempo donde se ha dado a conocer los misterios del Reino de los cielos. Sí, porque los anteriores a Jesús no pudieron ni ver ni oír su Palabra y sus obras. Sin embargo, a nosotros se nos ha dado esa oportunidad.

Te damos gracias, Señor, por esta suerte, pero te pedimos que no tengamos nuestros oídos cerrados, ni nuestros ojos vendados. Que los abramos y estemos atentos a tu Palabra y a tus signos. Porque Tú nos dice que: "a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará". Y es que está claro, porque quienes no escuchan tu Palabra, perderán todo lo que tienen en este mundo y la vida para la eternidad. Sin embargo, los que la escuchan y la conservan, no sólo conservaran la vida que tienen, sino que la tendrán para toda la eternidad en tu presencia.

Queremos, Señor, vivir en tu Palabra, y te suplicamos que nos des la sabiduría de permanecer en ella, acogerla y vivirla, para que transforme nuestras vidas y aumente nuestra fe. Sostennos despiertos y atentos a la acción del Espíritu Santo, para ser dócil a su Palabra y nos dejemos llevar por sus impulsos, y buscar siempre gustad siempre del bien y gozar con tu consuelo.

Gracias, Señor, por conocerte y por tu Iglesia, que nos ayuda a perseverar y a recordarnos el camino de salvación para que, distraídos por las tareas y tentaciones de este mundo, no perdamos el rumbo ni el norte de tu Palabra y tu Misericordia. Ayúdanos a esforzarnos en ser perfectos, a perdonar, a atesorar valores para el Reino de los cielos, a no juzgar y a buscar y desear el bien, que deseo para mí, también para todos los demás. Amén.

jueves, 5 de mayo de 2016

AUNQUE SABEMOS QUE TÚ VAS CON NOSOTROS NECESITAMOS EXPERIMENTAR TU PRESENCIA, SEÑOR.



Nos cuesta recorrer el camino. Hay momentos que nos sentimos solos y desfallecidos; hay momentos que todo se pone en contra y nos desanimamos; hay momentos que sentimos ganas de cambiar de rumbo y de protestar; hay momentos, Señor, que nos gustaría verte, oírte cerca y experimentar tu presencia.

¡¡Qué importante es leer y reflexionar cada día tu Palabra!! Porque en esos momentos, tus Palabras nos dan ánimo y nos levantan el espíritu al leer que nos has prometido regresar: «Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver»

Entonces recordamos que nos has dicho: En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo. Y experimentamos que eso es lo que nos está ocurriendo. Sentimos debilidad y desaliento y experimentamos tristeza y lamentos. El sufrimiento hace presencia en nuestra vida y las lágrimas recorren nuestras mejillas. El mundo se hace cuesta arriba y nos sentimos solos y apesadumbrados. Pero oír tus Palabras y meditarlas nos levanta el ánimo y nos reconforta.

Y levantamos la mirada y renace la alegría y el gozo, porque Tú, Señor, caminas con nosotros y nos das una nueva esperanza de esperarte para, junto a Ti, vivir la plenitud y el gozo. Por eso te pedimos, Señor, que no permitas que nuestras debilidades nos abrumen y nos impida avanzar cogido de tu Mano.

Gracias, Señor, porque vienes de parte de tu Padre a buscarnos para llevarnos junto a Él. Danos la Gracia de permanecer en la espera sin desfallecer ni desesperar. Amén.

jueves, 4 de febrero de 2016

DESPOJADOS DE TODO EQUIPAJE



No nos hace falta nada, Señor, sino tu Espíritu, que nos iluminará y nos dará la sabiduría para proclamar el Mensaje de salvación que Tú nos envía a anunciar. Nos envía desprovisto de todo. Simplemente unas sandalias, un batón para apoyarnos en el camino, y una túnica para el abrigo. Nada más.

Eso no entra en nuestros cálculos humanos. Nuestras mochilas son mucho más pesadas, más llenas de seguridades y de artilugios, que luego en muchas ocasiones no utilizamos. Cargamos de alimentos, de vestidos, de cosas que nos hagan el camino más cómodo y confortable. Luego, la pesada carga nos resulta molesta y costosa de moverla. Optamos por quedarnos y no caminar más.

Y eso nos sucede cuando, en nuestra vida, Jesús, quizás sin saberlo, ocupa un lugar importante, pero no el primero, y su Palabra no es Palabra de Vida Eterna, porque antes anteponemos nuestra comodidad, nuestros gustos, nuestros intereses, nuestras prioridades...etc. Nuestra manera de pensar, que le da más importancia al mundo que a Ti, Señor; que confía más en las seguridades del mundo, que e Ti, Señor. Y que desconfía de tu Poder y de tu Palabra.

Porque ir según Tú, mi Señor, me has enviado, es ir desnudo, sin ninguna protección, desprovisto de toda atadura humana que me retenga en este mundo, y confiado en tu Palabra. Tú tienes Palabra de Vida Eterna y todo en Ti y por Ti se cumplirá. Y si así has considerados que debemos ir, así iremos.

Pero ocurre que nos enrollamos demasiados con nuevos métodos, estrategias y tácticas. Nos decimos que los que no creen en Ti se organizan y preparan, y por eso tienen éxito. Es decir, damos crédito a lo que hace el mundo que a tu Palabra. Perdónanos Señor. Y Tú, Señor, nos envía sin más, porque tu Espíritu va con nosotros. Ayúdanos Señor a entenderte, a escucharte y a confiar en Ti. Y a salir a los caminos de nuestra vida, tal y como Tú nos has mandado. 

Desde nuestras comunidades, desde nuestras parroquias, desde nuestros grupos y asociaciones. En torno a tu Espíritu y guiados y dirigidos por Él.  En Él encontraremos la Luz, la sabiduría, la Palabra para dirigir nuestra evangelización en torno a Ti, en el esfuerzo de vivirla nosotros también en Ti.

sábado, 2 de enero de 2016

POSIBLEMENTE ENTENDEMOS, PERO NOS CUESTA DOBLEGARNOS



Posiblemente entendemos y creemos en la Palabra, pero nos cuesta doblegar nuestro cuerpo y pasiones. En ese sentido descubrimos que somos esclavos, muy esclavos de nosotros mismos. Pensamos que somos dueños de hacer lo que nos venga en ganas, pero la más mínima reflexión nos descubre nuestra esclavitud. Realmente estamos sometidos a nuestros cuerpos y pasiones.

Nuestra esclavitud se pone de manifiesto en nuestra debilidad para vencernos. Puede más que nosotros esa dependencia del café, del tabaco, del alcohol, del sexo, del dinero...etc. De muchas cosas. Y todo eso nos dificultad y nubla nuestros ojos impidiéndonos ver la Verdad, la Vida y el Camino. Impidiéndonos ver al Señor.

Por eso nos cuesta mucho oír la voz del Juan Bautista, y también la Palabra que nos propone el Señor. Somos débiles y necesitamos su Gracia y su Fuerza. Y eso debe, en lugar de desalentarnos, ayudarnos a acercarnos a Él. Seguirle y dejarnos empapar por su Gracia y de su Amor.

Por eso, Señor, conscientes de esos obstáculos, te pedimos la Gracia necesaria para superarlos y liberarnos de ellos. Sabemos que solos no, pero contigo sí. Y sabemos que Tú has venido para eso, para indicarnos el camino y acompañarnos a recorrerlo con tu Fortaleza y tu Misericordia. Nos lo has explicado por pasiva y por activa, y nos lo has demostrado entregando tu Vida por cada uno de nosotros.

Danos, Señor, la sabiduría, la fortaleza y la paz de saber encontrarte, descubrirte y seguirte. A pesar de los obstáculo y dificultades, que nos probaran nuestra fe en Ti. Danos la perseverancia y constancia de no desfallecer y de permanecer firmes a tu Palabra. Contigo, Señor, sabemos que lo podemos lograr. Amén.

sábado, 14 de junio de 2014

FORTALECE MI PALABRA SEÑOR



Crea en mí un corazón nuevo y que hable en verdad Señor. Un corazón que haga vida la palabra y palabra la vida a través de sus obras en el camino que transita hacia la Casa del Padre. Una palabra firme y fuerte y fraterna que contagie, ilumine e irradie la fe recibida. Una palabra humilde, generosa, compartida, entregada y servicial fundamentada en tu Palabra, la Palabra Absoluta de la Verdad Absoluta.

Porque mi palabra Señor es una palabra necia, tribulada, pecadora, indecisa, débil y maleable por los vientos huracanados que la empuja al abismo y la perdición. Necesito de Ti para vivir en Ti, y así hacerme fuerte, firme e invencible ante las tempestades que amenazan con zozobrar y derrumbar mi credibilidad y honor.

Te pido, Señor, luz y sabiduría para ser fiel testigo de tu Palabra con mi humilde y pobre palabra que sólo Tú sostienes en verdad y justicia. Amén.

jueves, 3 de abril de 2014

RUEGO AL PADRE DIOS QUE AUMENTE MI FE



Porque sólo de Ti, Padre nuestro, nos puede venir la luz que nos alumbre el camino y seguimiento de tu Hijo Jesús. Sus obras nos atestiguan su procedencia, pero sólo tu Gracia nos testimonia la Divinidad y Paternidad que en Él se manifiestan. Porque se hace Hombre para dar testimonio de Ti y revelarnos tu Amor y tu locura de salvación.

Abre nuestro corazón fragmentado por las cosas de este mundo y unificado sólo en Ti Señor, porque sólo Tú eres la Luz de este mundo que nos guía hacia la única salvación posible. Te damos gracias Señor por el testimonio de los apóstoles que a través de la Escritura nos han dejado tu Palabra, tu Vida y tus Hechos, y tan testimoniado el peregrinar de tu Iglesia hacia la Casa del Padre.

Pero, sobre todo Señor, te damos gracias por la fe que nos sostiene firmes en tu Palabra y en las Escrituras desde Moisés. La fe sostenida por la Gracia del Padre, que nos alienta y nos levanta el ánimo en medio del camino pedregoso, sediento y cansino que amenaza con agostar nuestra fe y matarla. 

Gracias también Padre por la comunidad, por el grupo, por los amigos blogueros con el Papa, porque juntos, apoyados los unos en los otros, avanzamos por la travesía del Jordán confiados en tu Providencia y en tu Palabra. Amén.

domingo, 1 de diciembre de 2013

CONFÍO EN TI SEÑOR



Planta tu Palabra dentro de mi corazón. Yo, Señor, pobre pecador, trato de abrirlo con todas mis fuerzas y prepararlo para tu siembra. Pero necesito el agua de tu Gracia y la tierra de tu Palabra, para que la semillas de mi vida nueva dé los frutos que Tú , Buen Sembrador, esperas recoger.

Despierta y aviva mi corazón, y mueve mi voluntad, para que mi vida corresponda a tu Palabra y sea capaz de llevarla a otras tierras necesitadas de ser sembradas. Y dame la valentía y la prontitud de correr a tu llamada sin pensármelo, sin mirar la vista atrás. Confiado y abandonado a tu providencia y a tu protección.

Aleja de mí toda exigencia y demostración de tu identidad pidiéndote pruebas de quien eres. Impúlsame como un niño a fiarme y confiar en Ti. A ponerte en la primera prioridad de mi vida y a esforzarme para los que permanecen a mi lado te descubran a Ti en mí.

martes, 19 de noviembre de 2013

MI VIDA SE HACE VIDA EN TI CUANDO ACOJO TU PALABRA



Cuántas veces hemos leído y oído el Evangelio. Algunas veces al empezar a leer algunos he sentido la tentación de que ya me lo sé, o de que lo mismo de siempre. Sí, somos tan humanos y pecadores que no somos capaces ni de levantarnos del suelo sin la Gracia del Señor.

¡Tantas veces que si el viento las devolviera nos enterrarían de palabras! Son palabras muertas, que hemos oído, pero casi no escuchado, y que se quedan en el vacío y se borran con la brisa y el tiempo. Son palabras que no viven ni dan vida, yacen muertas en la oscuridad y dan frío y tristeza. Son palabras que nos arrastran al precipicio, nos confunden y terminan por matarnos. Son palabras no de vida, sino de muerte.

Porque la Palabra de Dios es Palabra de Vida Eterna; es Palabra de verdadera Vida, que levanta y pone en camino. O que abaja y abre el corazón para implicarse en el solidario y fraterno mundo en el que vivimos. Es Palabra que cuando se escucha, no se oye, se acoge en el corazón, y lo revuelve y hace latir al cien por cien. Y bombea la Gracia de Amor recibida, del Dios Padre e Hijo y Espíritu Santo, y alegra, hace feliz y fortalece, hasta el punto de cambiar radicalmente tu vida como experimentó Zaqueo.

Hoy quiero pedirte, Señor, esa Palabra. Palabra que no se quede en mi boca ni en mi lengua. Palabra que entre en mi vida y anide en mi corazón. Palabra que explote en el volcán de mi pobreza y esparza todo mi ser en darme y compartir sin medida ni exigencias. Palabra que sólo Tú tienes y das gratuitamente.

sábado, 12 de octubre de 2013

FÁCIL ES PROCLAMARLO



Eso es lo que temo Señor. Muchas palabras, pero luego se las lleva el viento. No quiero ser de los que hablan mucho y dejan para otros el trabajo de vivenciar tu Palabra. Yo quiero escucharla y vivirla. Pero experimento que se me dobla la espalda y se me hace duro el yugo.

El peso y yugo que supone, no sólo la escucha sino también la carga sobre mis espaldas. Experimento que escucharla es más fácil, pero me atormenta que tras haberla escuchado y entendido, la evite y excluya de vivirla. Sí, Dios mío, se me hace pesada y dura tanto escucharla y más cumplirla. Y eso rompe mi paz y oscurece mi camino.

Sin embargo, quiero seguir, y te suplico desesperadamente que fortalezcas mi espíritu y alumbres mi camino para seguirlo con firmeza y valentía. No quiero abandonar ni desfallecer. ¿A dónde iré Señor? Sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

Señor, confío en Ti. Me fío de tus Palabras: "Mi carga es ligera y mi yugo suave". Sé que contigo el camino es más llevadero y mi cruz se hace más transportable. Necesito escucharte, pero también tu Gracia para vivir esa Palabra que me revelas y me proclamas. Abre mi corazón para que se llene del Espíritu Santo y en Él me conforte y fortalezca para escuchar y dar cumplimiento a tu Palabra.

viernes, 20 de septiembre de 2013

SI VIVES, PROCLAMAS



No puedes proclamar sin tu mensaje solo es de palabra, porque la palabra cuando no está apoyada y acompañada por la vida, miente. Y la mentira, tarde o temprano, sale a la luz. Por otro lado, sólo aquello que se transmite de vida y palabra es lo que llega y convence, y mueve a hacer lo mismo.

Posiblemente, Jesús hace milagros por esta razón, porque viene a salvar, a dar vida, y sana tanto la vida corporal como la espiritual. La más difícil de ver y por los que muchos no creen. Necesitan despertar y comprender que quien tiene poder para sanar al paralítico, también podrá, con más razón, perdonar los pecados y sanar el alma.

Hoy Señor, te pedimos que nos des esa sabiduría de comprender que Tú eres el Hijo de Dios Vivo, el que quitas los pecados del mundo y nos das vida eterna en el gozo de permanecer en la presencia del Padre. Y, viviendo esa verdad, sepamos proclamarla y transmitirla de palabra y vida.

martes, 3 de septiembre de 2013

NECESITO TU PALABRA



Necesito de Ti Señor, de todo tu ser porque sólo Tú colmas mis ansias de gozo y felicidad. Sin Ti, ¿a dónde voy, Señor? Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Tú Palabra me abre camino y me señala la meta a dónde ir. Contigo encuentro sentido a mi caminar diario; a mis luchas; a mis dificultades; a mis sufrimientos.

La oscuridad, aunque me confunde y me despista, vuelve a disiparse cuando Tú Palabra se hace voz dentro de mi corazón. Enciendes mi vida y la iluminas, y la sanas de tantas amenazas y adversidades. Tú la diriges, la cuidas, la acompañas y la proteges. ¿Qué sería de mí sin tu Palabra? ¿A dónde iría a buscar luz y paz?

Señor de mi vida, te pido que me des fuerzas para saber vivir y vivenciar en mi vida la Voluntad del Padre como Tú la has vivido y vivenciado durante tu vida aquí con nosotros. Mi condición humana ansía y necesita muchas cosas, cosas materiales, humanas que satisfacen mi ego personal, pero sólo una es importante, tu Palabra, porque sólo ella da Vida Eterna.

miércoles, 10 de julio de 2013

SACERDOTE, PROFETA Y REY



Todo bautizado queda configurado como sacerdote, profeta y rey, y comprometido a dar fe de su bautismo, es decir, de la buena noticia de ser hijo de Dios. Quien no habla de sus padres y de sus hermanos y de su casa. Sobre todo si su casa es Casa de salvación.

Todos queremos lo mejor para nuestra familia, y para nuestros hermanos. Pues bien, al ser, por el Bautismo, todos hijos de Dios, también somos hermanos, y como hermanos deseamos lo mejor para todos los hombres. Ese debe ser nuestro sentimiento y como tal debemos proclamarlo.

Sin embargo, experimentamos la pobreza de la codicia, de la envidia y la soberbia. Y nos volvemos egoístas y herméticos a proclamar la verdad. Necesitamos la Gracia de Dios para vencernos y dar riendas sueltas a la verdad y el gozo que habita en nuestro corazón. Necesitamos sentirnos enviados por el Señor, en nuestra Santa Madre la Iglesia, para ser testigos de la Verdad.

Unidos como hermanos, pidamos al Señor que nos dé las fuerzas y la sabiduría de ser testigo de su Palabra, donde quiera que vivamos, con nuestra palabra y nuestra vida.


miércoles, 26 de junio de 2013

GRACIAS SEÑOR POR TU PALABRA



Tu Palabra es eterna y siempre se cumple. Se ha cumplido con Abraham y en él has cumplido tu Alianza eternamente por tu Palabra dada por mil generaciones. Y en Isaac, Jacob... nos has conducido hasta nuestros días, siempre fiel a tu Palabra. Gracias Dios mío porque hoy también se cumple tu Palabra.

Y en ella me refugio, me congratulo, me fortalezco. Mantén mi pobre mirada tribulada en tus ojos y vuelve tu Mirada, Señor, hacia mi pobre y pecadora persona. Haz que mi corazón palpite según el tuyo y sostén mi vida en la tuya.

Convierte mi corazón en tierra y árbol fecundo, cosecha de buenos frutos, que canten tu alabanza y den gloria a tu Palabra y Amor. Dame la serenidad y la paciencia para que mis humildes esfuerzos sean cultivados en tu Gracia, y den en el atardecer de mi vida los frutos que Tú esperas de mí. Y que ellos sean un canto a tu Gloria, Señor del universo, Creador de todo lo visible e invisible.


sábado, 15 de junio de 2013

SÓLO TÚ ME SOSTIENES, MI SEÑOR



Tú eres mi apoyo Señor. ¿Dónde puedo descansar de mis inquietudes, interrogantes y fracasos sino en Ti? ¿Y dónde tengo la fiabilidad de confiar en la única Verdad que da sentido y veracidad a mi vida? Sólo en Ti, mi Señor. Tú enciendes mi vida, me motivas y me pones en tu camino.

Nada es verdad si no viene de Ti. Sólo en Ti está la Verdad que construye nuestra vida  y la edifica en la justicia y la paz. Sin tu Luz, Señor, quedamos a la deriva, perdidos, sin rumbo y sin horizontes. Necesito tu Luz, Padre y Señor mío, para encontrar el camino, la verdad y la vida.

Creo Señor en tu Palabra, y ella me da Vida, Vida Eterna que me llena plenamente y colma todas mis aspiraciones. Me bastas Tú, Dios mío, y en Ti me abandono. Te pido sabiduría y luz para vivir en tu Verdad, pues estando en Ti estoy en la Verdad, y no necesito de juramentos que la testifiquen. Simplemente basta decir sí, sí; no, no, pues eres Tú la única y absoluta Verdad. Amén.

jueves, 21 de marzo de 2013

CUANDO MIS PALABRAS SE TERMINAN...



Quiero, Señor, seguir hablando con mi cuerpo, expresándote con gestos y signos que Tú eres mi Dios, y que nada colma mis ansías de felicidad sino tu presencia y tu Amor. Y hablo con él cuando mi sonrisa y mis actitudes derraman tu amor; cuando mis sufrimientos son apagados en la aceptación de mi propia cruz por tu amor; cuando la alegría es compartida con otros por tu amor...

Hablo con mi cuerpo, cuando lleva a mi vida tus Palabras de amor y de preocupación por todos aquellos que no te conocen, y, sobre todo, por aquellos que rechazan conocerte. ¡Dios mío!, si supieran que todos sus afanes, glorias y apetencias descansan en Ti, y que en Ti serían las criaturas más felices del mundo y eternamente gozosas.

Hablo con mi cuerpo, cuando en lo más profundo de mi ser guardo silencio ante los insultos, los desprecios, las risas y las afrentas que tus propios hijos te hacen cada día. Hablo con mi cuerpo, cuando comparto el sufrimiento y la tristeza por aquellas personas que, siendo madres, matan a sus hijos en su propios vientres. Hablo con mi cuerpo, cuando lloro la insolidaridad y lucho por la justicia, para aquellos que pasan hambre, carencias y derechos de todo lo que necesitan para vivir dignamente.

Y es en esos momentos, cuando mi pobre ser fatigado y cansado, irrumpe de nuevo y grita, buscando las palabras, la oración del hijo que busca en su Padre la esperanza de ser escuchado.

jueves, 3 de enero de 2013

UN NUEVO AÑO COMIENZA

Tu palabra me da vida...

pero por eso el camino no termina, ni tampoco comienza, digamos que el camino sigue, continua y una nueva etapa marca el recorrido con este año nuevo que estrenamos hace unos días. Sin embargo, los días pasan y avanzan sin tregua. Se suceden unos tras otros, y se hace necesario avanzar, no quedarse parado ni estancado. Eso significaría la muerte.

También ocurre lo mismo en mi componente espiritual. Necesito seguir caminando y avanzando en el Espíritu. Avanzar con fe y con confianza. El panorama no promete un camino plácido y suave. Todo lo contrario, un camino lleno de espinas, de luchas que complican cada paso y cada avance, pero se hace necesario crecer y avanzar.

Necesito creer, Señor. Sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna. Los años pasan, pero tu Palabra permanece firme, fiel, gozosa y llena de vida. Déjame agarrarme a ella porque sin Ella nada puedo. Se acabó un año, y llega otro, y sin darnos cuenta también se irá, pero tu Palabra quedará, y yo quiero permanecer y vivir en Ella. Porque Ella, la Palabra, es el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

jueves, 20 de diciembre de 2012

ME DA MIEDO RECIBIR TU PALABRA...


porque me compromete y me saca de mis comodidades y proyectos. Tengo miedo de escucharte y me ocurre lo mismo que a Zacarías: "Dudo", y dudo porque me cuesta creer muchas cosas que oigo pero no hago, y no hago porque me complican la vida.

A veces, Señor, Tú sabes que no es porque no quiera hacer tu Voluntad, sino porque no estoy seguro o no sé como actuar ni que hacer. Pero confieso que quizás no me esfuerce mucho o mire para otro lado justificando una y mil razones que siempre las hay.

¡Cuanto tengo de Zacarías! Te pido perdón, Señor, y confiado en tu Misericordia te ruego que me des la luz y las fuerzas necesarias para caminar hacia adelante y, al menos, aceptar las tempestades y obstáculos que la vida me depara, sobre todo cuando me aparto de Ti y no sigo tu Voluntad.

Pero, sobre todo, Señor, te suplico que no permitas que me aparte de Ti, ni que, por mucho que te decepcione, me derrumbe y rebele contra tu Voluntad. Yo sé que es mi mayor bien y quiero hacerla. Dame paciencia, confianza, compromiso, responsabilidad y ardientes deseos de vivir en tu Voluntad y servirte sirviendo a los hermanos. Amén.