aquí en la tierra… y en el Cielo
Donde tú vayas… yo quiero ir…
con quien tú estés… yo quiero estar.
A todas partes contigo ir
y nunca alejarme de ti.
Porque estando contigo, Madrecita,
en el Corazón de Dios siempre viviré…
Y del él jamás saldré… Madrecita.
Arroyos de lágrimas corren por mis mejillas
al pensar en ti, Madre mía,
el corazón se enternece y corre tras de ti,
porque eres para mi dulce madrecita
y yo soy para ti tu más pequeña hijita…
¿Quién nos podrá separar si Dios mismo
unidas nos ha querido tener?
¿Quién podrá entender que siempre,
siempre tú serás para mí, mi dulce madrecita,
y yo seré para ti tu más pequeña hijita?
Cuando yo nací, Dios me entrego a ti,
para que llenaras mi corazón de gracias e ilusión,
de amor desbordante y esperanzas plenas
en Aquel que me pensó y me creo,
para amarme y dejarse amar
por tan pobre y pequeño corazón.
Gracias, mi dulce madrecita, gracias
de todo corazón.
En el cielo y en la tierra siempre
se sentirá latir un corazón
por tan dulce madrecita…
provocando la alegría de las
Iglesias Triunfante y Purgante,
porque de la Iglesia Militante
hay quien vive en el cielo
sin dejar de vivir en el tiempo…
Y lo que es para mí…
es también para ti…
Desde la Soledad del Sagrario
1 comentario:
A tu lado quiero estar de tu mano caminar no separarme de ti unidas por Jesus que tu amor y esperanza siempre esten latentes en mi pobre corazon gracias!!! tu iglesia esta de pie triunfante !!en el corazon tuyo y de tu amadao hijo Jesus siempre estare .
Publicar un comentario