Sin petición de perdón, no hay reconciliación y las personas terminan con ... |
Enfrentados nada se consigue, porque siempre habrá uno que se imponga al otro y viceversa. La historia nos demuestra que la no reconciliación no es buena y nada arregla. Todo continúa igual y no se adelanta, y si no se adelanta caminamos hacia atrás.
Sin embargo, la mayor dificultad está en nosotros, dentro de nosotros, y no fuera. Porque todo nace en el corazón del hombre. Es de allí de donde proviene la soberbia, la envidia, la mentira, las malas intenciones, los apetitos y... Y es de donde salen las provocaciones y los enfrentamientos.
Y nadie quiere perder. Nadie se reconoce culpable, o al menos con parte de la culpa. Todo se le achaca al otro. se hace difícil aceptarse y reconocerce culpable, y eso termina en confrontaciones, luchas y hasta en muertes. Y, a pesar de haber vencedores y vencidos, el rencor nunca acaba y siempre late la amenaza de iniciar los enfrentamientos.
Por eso, se hace inevitable buscar espacios de entendimiento, de diálogo, de comprensión y perdón, porque solo en la concordia y la paz se puede adelantar y progresar para el bien de todos. El progreso nace de la convivencia pacífica y en paz. Y no se logra fuera del hombre, sino dentro.
Mientras no haya una actitud nueva, un nacimiento nuevo a deponer las actitudes caducas, viejas y dejar entrar una visión de la fraternidad, la solidaridad y la ayuda mutua, nada se podrá conseguir. Y eso está dentro del hombre nuevo, no del viejo. Se necesita dejar salir el fuego amoroso que toda persona humana lleva dentro de sí. Ese es el verdadero tesoro que necesita ser descubierto.
Y solo, desde una mirada sincera, limpia y bien intencionada, injertada en Cristo Jesús, se puede llegar a convertir el corazón viejo en uno nuevo y renovado en el amor. No hay otro camino, ni otras opciones. Por eso el mundo no cambia, porque no está fundamentado en el perdón y la concordia. Porque no se apoya en la misericordia y el amor.
Seamos capaces de, reconociendo estas debilidades, estas limitaciones, pedir al Padre Dios que cree en nosotros un corazón puro, renuévanos por dentro con un espíritu firme; no nos arroje lejos de tu Rostro, no nos quite tu santo Espíritu; devuélvenos la alegría de tu salvación, afiánzanos con espíritu generoso. Enseñarérmos a los malvados tus caminos, los pecadores volveran a Ti.
3 comentarios:
Muy real Sor nuestro mayor enemigo no es Satanas que con nuestra oracion y agua bendita se retira , nuestro mayor enemigo somos nosotros mismos que estemos viviendo segun el espiritu de la carne por eso Señor te pedimos danos tu misedicordia tu espiritu divino llenanos de tu amor danos un corazon puro lleno de tu bondad y ternura no hay opcion solo en ti seremos felices y tendremos vida eterna!!
Así es anónimo, nuestro enemigo principal está en nuestro corazón ensoberbecido, tocado por el pecado, pero mucho cuidado también con el Maligno, porque él nos incita a ello.
Esta reflexión me tocó hacerla a mí, querido anónimo, soy Salvador y no a nuestra y querida amiga sor Maridel.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
Gracias Salvador a no descuidarse
No queda muy bueno ser anonimo pero no se abrir la cuenta
Bendiciones!!!!!!!!!
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