Esta predicación es de una sencillez insuperable, pero pocas veces en
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mi vida está muy por debajo? Es lo que me ocurre casi siempre. No soy ejemplo ni testimonio y me empeño en proclamar el amor que Tú, mi Señor, propones como meta de la felicidad y paz que todos buscamos.
Sí, mientras hablo todo va bien y parece hasta convencer, sobre todo a aquellos que no te conocen, con los que no convives, pero en cuanto llegas a casa todo se vuelve diferente y mi testimonio no concuerda con lo que dice mi boca.
Y lo entiendo, lo acepto, lo sé, pero no me conformo, Señor. Yo quiero servirte, sirviendo en los demás; yo quiero amarte, amando a los demás; yo quiero ser cada día mejor persona agarrándome a Ti. Pero yo sólo no podré hacerlo. Necesito de tu Gracia.
Dame, Dios mío, la sabiduría y fortaleza de tu Espíritu para poder ajustar mi vida a mis palabras, mis actos a lo que proclama mi boca, y mi vida a lo que proclama mi fe. Amén.
1 comentario:
Hago mia esta oración. Gracias Salvador.
un abrazo.
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