Todo joven digno y capaz debe prepararse para... |
Mucha parte de culpa en no acceder a un puesto de trabajo radica en la mala formación y preparación que se tiene. Sí, soy consciente y me consta que hay muchas personas preparadas y formadas, sobre todo con una preparación universitaria, que cuesta mucho conseguirla, pero posiblemente no se haya hecho lo correcto.
Trataré de explicarme, no solo se trata de formarme, sino de descubrir y perfeccionar los talentos recibidos para ponerlos al servicio del bien común, y de ese servicio obtener lo necesario para el sustento digno de la vida. Quizás se gaste mucho tiempo y esfuerzo en prepararse y formarse para lo cual no estoy debidamente dotado, y luego, en esas condiciones se hace muy difícil acceder a un puesto de trabajo.
Muchos sabemos de abogados, economistas, médicos y...etc., que terminadas sus carreras, en algunos casos con buenas notas, no tienen aptitudes para integrarse en el mercado laboral y desempeñar su licenciatura. En la mayoría de los casos aspiran a unas oposiciones y un puesto estatal o empresarial. Y, sí, es verdad, que para eso no hay para todos. Todos no podemos trabajar en lo mismo.
Es necesario descubrir para que estoy mejor dotado y en eso aplicar mi esfuerzo para luego conseguir o crear un puesto de trabajo. Y eso es lo que debemos reivindicar que se haga en los colegios, institutos y universidades, para que los alumnos sean orientados hacia desempeñar y preparar sus mejores cualidades. De esta forma, el mercado laboral estaría mejor servido y sería más amplio y creativo.
Son los responsables de la formación, a la cabeza el Ministerio de Educación, y también las familias, los que debemos llevar a cabo esta labor. Y no hay mejor oración que proponernos esto en estrecha relación con el Espíritu Santo para que nos oriente y nos capacite para tal labor. La oración es un binomio de palabras y obras.
Hoy mismo, Jesús nos propone sus obras como pruebas y testimonio que corroboran lo que dice con su Palabra. Lo mismo nosotros deberemos hacer en nuestra vida: "Orar y trabajar", viene muy bien para celebrar así este día del trabajo.
Pidamos luz y fuerzas para que nuestra vida sea armónica y responsable, y que el pan que necesitamos sea resultado de nuestro esfuerzo y trabajo. Todos juntos podemos estrechar nuestras manos y pedirle al Padre nuestro pan de cada día, tal y como Él quiere. Amén.
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