Porque sin Ti, mi Señor, es morir. Por eso, permanecer en tu Palabra y darle cumplimiento de palabra y vida es permanecer en la vida, y si la vida, el gozo y la felicidad eterna.
¡Vivir, Señor, es caminar a tu lado, sin miedos, si desesperanzas, sin temores, porque Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida! Fuera de tu Camino todo se hace oscuridad, se hace tinieblas, se desdibuja y se torna en desesperación y muerte.
Necesitamos tu Luz porque sin Ella nada vemos. Nuestra luz es opaca, oscura, ciega, y nos conduce a caminos de confusión, de envidias, de luchas sin sentido, de desesperanza y de muerte. Por eso, si somos capaces de permanecer, seremos capaces de vivir. Y en Ti, Señor, podemos, porque Tú nos lo propone y nos lo promete. Y Tu Palabra es segura, firme, poderosa, capaz y fiable. Todo se cumple en Ti.
Te pedimos, Señor, que nos afiances en tu amistad, que no perdamos tu estela, y que siempre estemos abiertos a tus susurros, a tus llamadas, a tus invitaciones y caricias. Danos la sabiduría de no distraernos ni cegarnos por las promesas caducas y efímeras de este mundo. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario