Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 11 de mayo de 2012

SOLO AMO EN LA MEDIDA QUE COMPARTO

 Nuestra misión es, en esencia, aprender a amar sin condiciones

¿Cómo puedo amar sin compartir? Sí, comparto con aquellos que comparten también conmigo, pero, ¿eso no es amar a los que me aman? ¿Soy capaz de compartir con aquellos que piensan diferente de mí y no me caen tan bien? ¿Qué, pues, significa amar?

Son preguntas que muy bien nos podemos hacer al hilo de estas palabras de Jesús. Porque si no nos hacemos ninguna pregunta, ¿qué hacemos entonces? ¿Tomamos lo que queremos y dejamos lo que no nos gusta? Supongo que eso fue lo que hicieron muchos en la época que les tocó vivir con Jesús. 

Muchos rechazaron sus propuestas porque el tomarlas ponía en peligro su zona de confort. Otros, porque eso significaba dejar ese mundo hermoso en el que estaban instalados, y otros, quizás porque les disputaba su poder y prestigio. Otros, a pesar de cuestionar toda su vida y situación, le aceptaron y, ¡gracias a ellos!, hoy nosotros le conocemos. ¿Dónde estamos nosotros?

Todavía me resisto a compartir, a abrir mi corazón y derramar todo lo que el Padre me ha dado. Creo que debo buscar justificaciones y no arriesgarme en el esfuerzo. Compartir es amar, y solo compartiendo puedo llegar a dar y recibir, precisamente lo que significa amar.

Pidamos al Espíritu Santo, que nos guía y asiste, que seamos abierto, que dispongamos nuestros corazones en actitud de compartir, porque en ese darnos y recibir podemos hacer la Voluntad del Padre: Amarnos como Él nos ha mandado. Amén.

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