Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 4 de abril de 2013

PAZ INTERIOR


Un signo del buen camino es la paz interior, porque solo en paz se puede amar. Desear el bien y buscar las buenas obras para el bien de los demás es una consecuencia de estar lleno de paz interior. Por eso, el signo de la paz es algo que va unido a la presencia de nuestro Padre Dio.

La paz sea con todos ustedes, son palabras que se repiten entre los seguidores de Jesús, porque son las Palabras que primero Él pronunciaba cuando se hace presente entre los suyos. Y el sentido común nos dice que todo acto de amor está precedido por la paz.

Por eso, consciente de la necesidad de paz en nuestros corazones, y conscientes de la necesidad de paz que necesita el mundo entre sus gobernantes y pueblos, pidamos unidos en oración, la Paz a nuestro Padre del Cielo:


ORACIÓN FRANCISCANA POR LA PAZ

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¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.

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