Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 22 de julio de 2014

NO IMPORTA TU PECADO, SINO TU ACEPTACIÓN DE PERDÓN



Quizás la mayor dificultad estribe en aceptar el perdón que ser perdonado. Mira, la locura de amor del Señor es tanta que, enviado por el Padre, y aceptada libremente por Él, se entrega totalmente hasta el extremo de dar su propia vida. Una prueba de Amor de estas características supone el perdón, gratuito, asegurado y garantizado. Dependerá más de ti que de la Misericordia del Señor.

El Padre lo ha dado todo. Ha entregado a su Hijo predilecto a una muerte de Cruz para salvarte a ti y a mí. No se puede dar más. ¿O crees que hay algo más? ¡Pues sí, lo hay! A pesar de esa locura de entrega, se queda esperándote pacientemente. ¡Es el escándalo del Amor! Abofeteado, despreciado, mal tratado, injuriado, martirizado y encarnizado, no te recrimina ni te excluye. Es más, ¡te perdona! No se entiende ni se puede entender por nosotros mismos, pues de poder, nuestra actitud sería otra.

Por eso, Señor, dame la Gracia de entender y aceptar tu perdón. Tu perdón ofrecido gratuito, inmerecido por mi parte, y pacientemente cargado de Amor. Ilumina mi corazón para entender que Tú me Amas tal y como soy. Sabías de mí, y sabes también que puedo cambiar si me dejo guiar por Ti.

Señor, quiero abandonarme y darte mi torpe y atribulada mano para que seas Tú quien guíes mi vida. Como María Magdalena me pierdo y no te encuentro, y sólo se me ocurre llorar y compadecerme de mi desgracia. Regalarme tu presencia y enciende en mí la esperanza de saberme perdonado y en actitud de esforzarme en no volver a pecar. Gracias Señor.

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