Gracias por cada instante en que respiro. Gracias por... |
Cada
momento vivido es una oración experimentada y sentida. Porque tu vivir
se hace oración cuando visitas, realizas una buena obra, escuchas,
tratas de servir, de acompañar, de animar, de compartir y de acercarte a
cada uno de tus hermanos. Porque en ellos se encuentra Jesús de muchas
formas: alegre, triste, sufrido, herido, cansado, sediento, hambriento,
necesitado, perdido, enfermo, esclavizado, dependiente, encadenado...
Todo
se hace oración, porque la vida es oración, y la oración se hace vida.
Aprender a orar es aprender a vivir en Xto. Jesús. Y cada instante que
se vive en Él, se hace oración. Y lo que vivimos y hacemos en Él, es
como si lo vivimos y hacemos al Padre, porque quien ve a Jesús, ve al
Padre, y quien cree en Jesús, cree en el Padre.
Unidos digamos:
Padre nuestro que estás en los cielos,
Santificado sea tu nombre, venga a
nosotros tu Reino, hágase tu Voluntad
aquí en la tierra como en el cielo.
El pan nuestro de cada día, danos el de hoy,
perdónanos nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
más líbranos del mal. Amén.
2 comentarios:
Gracias, quire decir que todo cuánto hacemos puede convertirse en oración,gracias lo que pasa es que yo muchas veces me distraigo mucho,y dejo de pensar en ÉL, y me dejo llevar por mis preocupaciones cuando también ellas pueden ser una oración verdad, bueno gracias una abrazo.
¿Crees que el Señor no sabe de tus despistes y los míos? Nuestro Padre Dios sabe, mejor que nuestros padres o familiares, de que pata cojeamos. Él sabe todo lo que anhela nuestro corazón, y nuestros mayores y profundos sentimientos.
Sí, incluso en nuestras distracciones, en nuestros olvidos y demás, el Espíritu Santo actúa, está con nosotros, y sabe de nuestras limpias intenciones y deseos. Eso es lo que nos pide y quiere el Señor, recoger toda nuestra miseria y purificarla, solo nos pide nuestra libertad y entrega.
Y esa intención, que en la medida que nos esforcemos y tomemos conciencia se irá haciendo habitual, espontánea, se hará oración en el fondo de nuestro corazón. Incluso sentiremos un profundo gozo como los de Emaús al experimentar como arde nuestro corazón.
Un fuerte abrazo en Xto. Jesús.
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