Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 19 de junio de 2014

YO MISMO DESCUBRO MI CONDENA O SALVACIÓN



A nadie se le esconde la deuda que tiene con otros. Es posible que no esté en sus manos lograr saldar esa deuda, pero si es posible que en su corazón quede saldada. Y digo esto porque el perdón no es cosa de uno, sino de dos o más. Y dependerá de que ese uno u otros acepten tu perdón o no lo hagan. Pero, al margen de eso, si tú corazón está abierto al perdón, tú has perdonado y nada más podrás hacer.

De la misma manera, tanto tú como yo, tenemos el perdón de Dios. Su locura de Amor es tanta que somos perdonados. Sin embargo, muchos lo aceptan y ofrecen su compromiso de no volver a rechazarlo (lo hacemos cuando pecamos), y otros lo rechazan, son indiferentes, o simplemente, ni lo escuchan, ni se plantean el tener que necesitarlo para nada. Se sienten prepotentes y se bastan ellos mismos.

Yo, Señor, me postro a tus pies y te suplico me concedas la Gracia de superar mi soberbia, mi orgullo, mi suficiencia, mi egoísmo y mi vanidad para, humillado y abajado de mi pedestal humano, sea capaz de perdonar tal y como Tú me perdonas mis pecados cada día.

Porque sé, Señor, que en la medida que sea perdone, yo también seré perdonado por Ti. Pues es tu promesa (Mt 6, 7-15) y Tú lo que dices lo cumples porque tienes Palabra de Vida Eterna.

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