Señor de mi alma, Jesús de mi corazón…quiero vivir
encerrada y abismada en Tu ardiente y Sagrado Corazón. Quiero llenar mis días
amándote y dándote a amar. Que el mundo te conozca. Que el Mundo conozca que
existes… que eres el Amor mismo… la Felicidad plena…
Oh, sí… si, ese es mi gran deseo encerrada vivir
consumida por ese Corazón de Fuego convirtiéndome en llamas vivas que ardan
intensamente, saltado al exterior para contagiar a las almas con el mismo
deseo… hambre y sed de Dios… del Dios vivo que habita en el Sagrario.
Recuerda mi Amado… cuando niña me refugiaba en la Capilla
“La Dolorosa” que estaba frente a frente a mi casa…solo cruzaba la calle...
eras Tu quien me movía…quien me llamaba… y yo tan pequeña corría como cierva
veloz al encuentro.
Me sentaba en el banco...frente a frente… ahí después de
hacer oración… me iba acercando poquito a poquito al Sagrario… sentía un imán
poderoso que me atraía dulcemente pero con la fuerza irresistible del amor… con
mucha delicadeza, con el alma llena de ardientes deseos… daba pequeños toques a
la puerta del Sagrario… insistía que me abrieras la puerta… en mi locura de
niña te suplicaba me dejaras entrar para quedarme contigo en el Sagrario… esto
se repetía varias veces en la semana… porque Tu ibas conquistándome de a
poquito a poquito… ¿Quién podía resistirse?... además se estaba tan bien a tu
lado… que no había forma de desistir de la idea de ir a estar un rato
contigo…porque Tú eras el Amigo predilecto de mi alma…
Mi Amado... que no he dejado de tocar a la puerta de tu
Sagrario… pero ahora con mi mirada… con mis gemidos… dejadme entrar… dejadme
entrar a lo escondido de vuestro Sagrado Corazón… dejadme llevar conmigo a las
almas… quiero compartir mi único y gran tesoro que eres Tú… quiero que las
almas se beneficien… Oh Dios mío… que descubran que Tú vales la pena… porque el
Amor eres Tu… y no hay dulce mayor que Tu Amor…
Amadas almas… escuchadme… acudid al Sagrario… acudid a
los pies de Jesús… daos la alegría de vivir la experiencia de un Dios que les
espera con los brazos abiertos… venid… venid… aprovechar esta audiencia privada
con el Dios de la Vida… no dejen de acudir a los pies del Sagrario… y ahí…
mirándolo dejad vuestro corazón derramarse en sabroso coloquio de amor con el
que es El Amor…venid…venid… a los pies de Jesús en el Sagrario…
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