Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 17 de junio de 2012

YA CASI NO TENGO NADA QUE DECIRTE

Mc 4, 26-34 ... diciendo: “El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza

Se me agotan las palabras, las ideas, los pensamientos... Vuelven a repetirse una y otra vez. El camino se hace pesado, se hace rutina, y cansa, agota, desespera. Siempre lo mismo, ya no sé que decirte. Sí, empiezo a comprender que es un camino de cruz. Igual al tuyo, y con el mismo final, la muerte. Aunque no la misma para todos.

Sin embargo, me tranquiliza lo que me dices hoy: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega». 

Posiblemente me pueda estar pasando eso a mí. No sé cómo pero voy creciendo, y sin saber cómo también doy algún fruto. ¿Te parece, Dios mío que piense así? Sé que todos los frutos que he dado y que pueda dar son por tu labranza, por tu cultivo, y por tu siega. Si dependieran de mí sería un fracaso y una calamidad.

Por eso necesito estar pendiente de Ti, no apartarme mucho, tenerte cerca y visitarte todos los días. Así irás viendo como voy, como estoy y como debo cuidarme para que Tú me hagas más productivo. Para que Tú me puedas podar cada vez que necesite renovarme. Por eso quiero estar a tu lado, para que Tú puedas, Señor.

Porque quiero seguir creciendo, ganando fuerza, firmeza, consistencias, para que los frutos sean también buenos y sirvan para alimentar a otros. Y mis ramas para dar cobijo a otros. Quiero que saques todo el rendimiento posible de mí, Señor, y en esa actitud y confianza me pongo en tus Manos. Amén.

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