Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 25 de junio de 2012

¡PADRE, PERDONA TODOS MIS JUICIOS!

No juzguen, para no ser juzgados

Porque he hecho muchos juicios de forma muy ligera y creyéndome en la razón. Ahora, por tu Gracia, me doy cuenta de mi barbaridad. Quisiera que mi lengua se callara antes de atreverme a juzgar a nadie. Quizás pueda dar mi humilde opinión, puede ser, pero nunca juzgar ni emitir juicios que condenen o reprueben lo que otros hagan.

Incluso creyendo que pueda tener razón, porque en el fondo nunca podré saber, eso solo le toca a Dios, lo que se esconde dentro de lo más profundo de cada persona. Pero, también me doy cuenta que lo que quiero prometerte y cumplir me será muy difícil. No estoy seguro de mis fuerzas, ni creo tener voluntad para poder resistirme a la tentación de emitir juicios sobre otros.

Es posible, que fuera de mí, no me dé cuenta de juzgar en muchos momentos, pero creo que por mi cuenta tendré muchos fallos. Por eso, Señor, me pongo en tus Manos, y te pido que dirijas mi vida a través del Espíritu Santo.

 Lo has enviado en tu lugar, cuando Tú te fuiste, y su misión es asistirme y guiarme por el camino de hacer tu Voluntad y no la mía. Tengo que entregarle mi voluntad, y dejarme guiar. Solo así puede hacer de mi vida los frutos que Tú esperas de mí. Yo quiero y estoy dispuesto, pero hasta en eso dependo de Ti.

Sin embargo, Dios mío, seguiré esforzándome y, con paciencia, confiando en tu Palabra con esperanza y fe. Amén.

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