Pero en base a nuestra inquietud de búsqueda, porque aquel que no busca no encuentra. Y aquel que no se empeña en conseguir, nada conseguirá, pues aunque todo es Gracia con respecto a la fe, bien es que al que pide se le dará, ya al que no pide se le quitará hasta lo que tiene.
Por eso, Señor, dame la fortaleza y el criterio de saber mantenerme en el dominio propio, y no dejarme llevar por la avaricia y la tentación de apoderarme de aquello que no me pertenece. Que sepa siempre responder a los frutos que me son exigidos, y considerarme un siervo administrador de una viña que me ha sido dada en régimen de alquiler por un tiempo limitado.
Dame la generosidad de atender a todos aquellos que me interpelan y me ayudan a cosechar buenos frutos, y que nunca los rechaces. Dame la serenidad de ponerme siempre al servicio de los que esperan que les sirva y les ofrezca mis mejores frutos.
Para que, cuando Tú vengas, Señor, puedas encontrar los frutos que esperas de esa viña que Tú mismo has puesto en mis humildes y pequeñas manos. Amén.
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