y despojarme de toda ambición por el tener para lograr ser. Porque lo verdaderamente importante es ser y no tener. Todos los bienes materiales no me satisfacen. Experimento que la alegría que me dan, en poco tiempo desaparece y me viene el vacío y la tristeza.
Tú, Señor, en cambio me das ese alimento espiritual que invade todo mi ser y me mantiene expectante, esperanzado, alegre, optimista y con deseos ardientes de vivir, de darme, de ser mejor cada día en la lucha diaria contra mis propios obstáculos y apetencias.
Quiero despojarme de toda atadura material que sea impedimento para seguirte; quiero despejar el camino que conduce hacia Ti y largar todo laste que me impida caminar con paso firme detrás de Ti. Quiero levantar mi mirada, y no desviarla, para poder verte claramente y seguir tus pasos.
Y tengo la confianza de hacerlo porque sé que Tú me quieres y me ayudas. Sólo necesito querer y ponerme en tus Manos y dejarme guiar por tu santo Espíritu. Él me dará las fuerzas, la sabiduría, la esperanza de, agarrado a Ti, poder seguir tus pasos. Amén.
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