- Mi tesoro eres Tú, Señor. Hoy quiero anunciar a los cuatro vientos...
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Seguramente
en campos equivocados, en campos estériles, sin tierra abonada ni
buena. Difícilmente un buen tesoro estará mal escondido y en un lugar
fácil de encontrar. Lo valioso merece estar bien escondido y difícil de
hallar, porque lo que fácil se encuentra, poco valor ha de tener.
La
tarea de buscar el tesoro que me importa debe estar relacionado con lo
que más me importa en la vida, y descubro que vivir es lo que más estimo
y quiero. ¿Será ese mi tesoro? Porque vivir, y hacerlo de forma feliz,
es lo que busco y quiero.
Pero
ese tesoro tan estimado no lo encuentro en las cosas, ni en los bienes y
riquezas, ni en el poseer ni tener, ni...etc. Está dentro de mí, se
esconde en lo más profundo de mi corazón. ¿Acaso soy yo mi propio campo?
¿Está escondido en mí propio ser el verdadero tesoro de mi vida?
Pues,
creo que sí, porque nuestro Padre Dios nos ha creado semejante a Él y
llegar a ser como Él y estar a su lado para siempre es el anhelo que
mueve mi vida. Ese es el campo que debo comprar y cuidar para llevarlo a
la Casa del Padre.
Señor,
gracias por darme la luz que necesito para saber dónde está mi
verdadero tesoro. Enséñame a no desviarme de ese camino, y dame la
Gracia de, abandonado en tus Manos y guiado por el Espíritu Santo,tener
siempre la prioridad de vender todo para poseer ese tesoro. Amén.
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