Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 23 de agosto de 2012

¿YO TAMBIÉN ESTOY INVITADO, SEÑOR?

 - En el relato de Jesús, fueron los invitados los que pusieron en peligro la ...
Porque por mucho que miro en mi correo no encuentro esa tarjeta de invitación. Sí, tengo muchas tarjetas de invitación a fiestas, a bodas, a comidas, a homenajes... pero ninguna tuya. ¿Habré mirado bien en mi correo, Señor?

Y si me la has enviado y no la he visto, quizás haya dejado de acudir ignorantemente o por no mirar bien y estar atento la haya rechazado o postergado por no considerarla de interés. Puede haber ocurrido también que, preocupado por las exigencias de la etiqueta no me haya interesado acudir.

Posiblemente mis intereses están en otras cosas, y pienso que es en ellas donde puedo encontrar lo que realmente busco y quiero. Por eso no me preocupo de mirar bien en mi correo ese tipo de invitaciones. Las deshecho y tiro a la basura. No me interesan.

No obstante, a todas las fiestas que acudo me quedo insatisfecho. Salgo vacío, sin gozo y más triste que antes. Se repite siempre lo mismo, son caducas y sin sentido. ¿Será la Tuya, Señor, diferente?

Te pido, Señor, que me abras los ojos, que alumbres mi inteligencia y hagas que mi voluntad busque y rebusque hasta el punto de mirar bien, porque esa invitación tuya quiero encontrarla, prepararme y aceptarla. Quizás sea la que haya estado buscando incesantemente.

Quiero Señor asistir. Ayúdame a encontrar ese traje de fiesta que a Ti te gusta para que pueda entrar y permanecer en la misma. Amén.

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